Los precursores

La muerte de Joaquín Ruiz Jiménez, a la provecta edad de 96 años, representa el final de una generación de demócratas conversos, tránsfugas (en el mejor sentido) del franquismo, sin los cuales difícilmente se entendería que sus discípulos de la generación posterior, la que llevó a cabo materialmente la Transición, desempeñara tan brillante papel en la traída de la democracia. Rompió definitivamente con el régimen franquista en 1965, año en que renunció al cargo de Consejero Nacional del Movimiento y fundó Cuadernos para el Diálogo , una revista de pensamiento que resultó esencial para la formación de los futuros liberales. Más tarde, fue el primer Defensor del Pueblo. Ruiz Jiménez fue, con otros, el fermento intelectual que, desde sus posiciones cristianas, fecundó la construcción gozosa de la libertad.