Euskadi, la calle y los símbolos de ETA
La veleta | josé cavero
P robablemente sea una de las novedades de mayor relieve con las que da comienzo el nuevo curso político, y es fruto indudable del gobierno socialista que preside Patxi López con el apoyo del PP de Antonio Basagoiti y que, en esta ocasión, ha llegado a un acuerdo con la Asociación de Municipios vascos, que representan a 251 ayuntamientos, incluidos los 33 de la ilegalizada ANV. Los municipios han aparcado sus diferencias con el Departamento de Interior y han llegado a un acuerdo insólito y extraordinario para retirar los símbolos de la organización terrorista ETA de la vía pública. El consejero Ares y el representante de los alcaldes estuvieron de acuerdo en limpiar las calles de iconos proetarras, y en impedir cualquier tipo remanifestación que enaltezca el terrorismo o que ofensa la memoria y la dignidad de las víctimas. Se trata de que los extremistas no sigan empleando los espacios públicos como altavoz de sus discursos. En una nota acordada entre ambas partes, Gobierno y municipios, se indica que la sociedad no debe resignarse ni asumir como algo normal y corriente la presencia de símbolos que enaltecen el terrorismo, ofenden la memoria de las víctimas y vulneran la ley.
Se trata, en resumidas cuentas, de iniciar una etapa de pedagogía política, que consistirá en, primero, continuar con la eliminación de fotografías de etarras y de rótulos de calles con nombre de etarras, pero también pasará por la eliminación de símbolos como el hacha y la serpiente, que ha popularizado la banda ETA durante décadas.
A nadie se le escapa la trascendencia de este acuerdo, que en todo caso, es demostrativo de que en Euskadi han comenzado a cambiar las cosas, básicamente por el impuesto de los socialistas gobernantes y de sus socios del PP, en un nuevo clima del que tampoco son ajenos los nacionalistas vascos del PNV e incluso algunos otros grupos más decididamente independentistas o abertzales radicales. Está por ver, en todo caso, el éxito que tiene la iniciativa ante esos abertzales radicales y próximos a la banda ETA que han obligado, según se ha relatado, a que los servicios de limpieza tengan que trabajar con escolta, a la hora de retirar fotografías y símbolos etarras. Incluso en el seno del PNV se han podido escuchar voces, como la de Joseba Egíbar, escasamente entusiastas con la retirada de las fotos de etarras. Egíbar llegó a calificar de «juego de verano» la campaña de la consejería de Interior del Gobierno vasco de retirar esas fotos de etarras en los recintos festivos de las principales capitales vascas. Que se hayan sumado a la iniciativa todos los ayuntamientos vascos, incluidos los del PNV o ANV, es poco menos que un milagro...