¿Qué se debe?

El rincón | manuel alcántara

El presidente del Gobierno ha anunciado una subida de impuestos con una de sus mejores sonrisas, si bien no con la mejor.

Tiene muchas, a cual más seductora. No le pasa a José Luis Rodríguez Zapatero lo mismo que al jefe de la oposición, que ofrece siempre un gesto hosco y contrariado, permanentemente apto para la regañina. Es de suponer que los dos desean hacerlo todo lo mejor posible, o sea hacer las cosas de manera que puedan mejorarnos la vida a todos los demás. ¿Será ésa la de aumentar los impuestos de un modo «temporal y limitado»? También discrepan el señor de la simpatía resistible y el de la antipatía contagiosa.

Los agobiados contribuyentes estamos ahora llenos de preguntas.

¿Después de la subida de impuestos temporal vendrá la calma o llegará otra subida, tambien temporal y lomitada, o no?, ¿para cumplir la Ley de Economía Sostenible se tienen que derrumbar muchas economías domésticas? La pregunta más generalizada es la de ¿cuánto se debe? Ya sabemos que hay que pagar la crisis, pero ignoramos a cuánto nos va salir. Está claro que tenemos que ser nosotros los que corramos con el riesgo del que huyeron los financieros, cuando daban préstamos a troche y moche, que son dos palabras que juntas significa de forma disparatada y desconsiderada, pero por separado carecen de significación.

Quizá llegue un momento en que les ocurra lo mismo al Presidente y al líder de la oposición. Tampoco saben dónde está la salida. Viven de contradecirse y de estar en perpetuo desacuerdo.

Uno cree que la solución es exprimir la naranja hasta que no quede ni gota y otro es partidario de que la gente maneje dinero, para que se lo gaste. Si les pilla juntos en un naufragio, en vez de bogar en la misma dirección se pegan en la cabeza cada uno con su remo.