Los impuestos que vienen
Panorama | josé cavero
Después de las primeros anuncios y aproximaciones, al presidente Zapatero le ha correspondido la tarea de concretar cuáles serán finalmente los impuestos que registrarán elevaciones, en los presupuestos y en el curso que vienen, por razón de la necesidad de que el Estado disponga de más ingresos para afrontar el gasto que significan los nuevos subsidios a los parados. Sobre esos 420 euros de subsidios de paro, por cierto, se ha sabido también hoy que el ministerio de Trabajo ofrece que la nueva ayuda a parados se aplique desde el primero de junio, es decir, dos meses antes de lo determinado en el decreto que hizo público el gobierno y que provocó un importante rechazo de los propios parados y de las centrales sindicales, por igual. Pues bien, tras la propuesta del Departamento de Trabajo, los sindicatos han vuelto a juzgar insuficiente la propuesta y piden la universalización de estas medidas. CC.OO y UGT exigen, en efecto, que los 420 euros se mantengan hasta que acabe la crisis, mientras Corbacho se opone a esa ampliación y negocia retrotraer el límite al primero de junio. Esa ampliación en dos meses beneficiaría a medio millón de parados más. Y en cuanto a las nuevas manifestaciones de Zapatero sobre los impuestos que se revisarán en breve, se insiste en que es propósito firme del presidente no subir los tipos del IRPF y elevar, en cambio, la presión sobre el ahorro. Zapatero ha confirmado que se producirá una subida del IRPF que no afectará a los tipos generales del impuesto, sino a las deducciones y en la fiscalidad del ahorro y el capital. Parte de ese incremento se producirá por causa de la modificación de la deducción de 400 euros, cuya supresión, tras dos años de vigencia, permitiría recaudar unos cuatro mil millones, una modificación que, en todo caso, supondrá un aumento del IRPF a las rentas del trabajo. Sobre el impacto que pudiera tener esa elevación de las rentas de capital y plusvalías, se pone de relieve que ese 18 por 100 de gravamen que pagan permitió recaudar unos siete mil millones en 2008.
Se cree probable que se aumenten en un par de puntos estos gravámenes. Por el contrario, ha mencionado Zapatero la probabilidad de que baje marginalmente el impuesto de sociedades, y en cambio, vuelvan a subir los impuestos especiales -tabaco, gasolina, alcoholes- y las tasas, mientras que el IVA sigue siendo la gran incógnita. Muchos expertos se inclinan por esa elevación del IVA, impuesto sobre el valor añadido que grava todo tipo de consumos, es decir, que vendrá a combatir el temor a deflación que algunos vienen mostrando... Argumentan los partidarios de un aumento del IVA que nuestros niveles, del 16 por 100, se encuentran ya entre los más bajos de la UE, y que son varios los países que ya han incrementado en un par de puntos ese gravamen. Eso sí, Zapatero, tras justificar ese «pequeño esfuerzo» para ayudar a quienes están pasándolo peor, ha vuelto a comprometerse a reducir los impuestos en el momento en que las circunstancias económicas lo permitan.
Y por lo que se refiere a los grupos de la izquierda parlamentaria que pudieran apoyar estas elevaciones fiscales, ERC, BNG, IU e ICV, insisten en la necesidad de que se suban los tipos del IRPF a las rentas más altas, contrariamente a lo que viene afirmando Zapatero. Los populares, en particular, proponen una rebaja de impuestos a pymes y clases medias.