Instrucciones para la gripe A

El rincón | manuel alcántara

Todos podemos coger un resfriad o, pero nadie podrá decir que le ha cogido por sorpresa. Lo único que nos resta por saber es si esta enfermedad será la última, que es la que no curan los médicos. Todo lo demás lo conocemos gracias a la ministra de Sanidad, que quizá no sea una autoridad en medicina, pero que nadie puede negarle que es una persona locuaz y sumamente agradable. Estamos preparados para la pandemia. Todos los planes de actuación han sido previstos, las vacunas están garantizadas, aunque no lo esté su eficacia, y de antivirales estamos que quita el sentido. A lo que hay que aspirar es que la gripe A no se convierta en un tema político y los señores Zapatero y Rajoy no se echen mutuamente la culpa de haberla importado.

Los españoles están intrigados. Quieren saber a qué compatriotas se llevará preferentemente con los pies por delante, en el caso de que no hayan tenido la mala pata de sucumbir a causa de la crisis, que también es una pandemia. Se elaboran grupos de riesgo y en lo que a mí respecta debo confesar que pertenezco a casi todos. De los síntomas iniciales, el cansancio y la tos, sólo presento uno, ya que jamás he tosido a pesar de llevar fumando desde los quince años, o sea, hace exactamente sesenta y seis. ¿Qué puedo hacer para proteger mi debilitado organismo? He oído hablar del Tamiflú y en general bien.

Mucho mejor de lo que se suele hablar de los concejales de urbanismo. Por desgracia fue retirado de las farmacias. Lo que sí hago es lavarme las manos muchísimas veces al día, pero lo he hecho siempre, a pesar de que procuro no manchármelas en ningún sentido. Por otra parte, estoy perfectamente preparado para todo, con tal de que no me duela nada. Eso sí, sin prisas. Detesto la prisa.