Diario de León

LA OPINIÓN DEL LECTOR (I)

Así son las cosas en Sabero

Publicado por
LUIS FELIPE PACHÓN | SABERO
León

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El barrio de San Blas, en Sabero, es un lugar apacible, situado en la parte alta del pueblo y en el que gozamos de paz y tranquilidad suficiente, no exenta de la ocasional invasión de vacas en los jardines y ladridos nocturnos. Después de veinte años de irnos acostumbrando al abandono al que nos han sometido los sucesivos gobiernos municipales —nuestro barrio nunca entraba en presupuesto y eso que estamos al lado del flamante Museo de la Siderurgia y de la Minería—, este año, por fin, nos sorprenden con la agradable noticia de que las calles que componen el barrio: San Blas, Pinar Bajo y Pinar Alto, van a ser urbanizadas. Alegría de todos y plegarias de los devotos de San Blas que, por fin, ha escuchado sus ruegos. ronto comprobamos que nuestro gozo había caído en un pozo. Se eternizan las obras e acondicionado, se ralentiza la actividad de las brigadas de trabajo y por fin, la rgencia de asfaltar las calles —han llegado al pueblo los de la brea—, evidencia la mprevisión del contratista que pretende, con veladas amenazas apoyadas por el obierno municipal, meter el asfalto a las calles, sin la necesaria e imprescindible preparación previa. Todo ello básicamente en la calle Pinar Alto que es la que, en toda su existencia, no ha recibido la más mínima atención urbanística. La desidia de unos, la connivencia de otros y la falta de interés de la mayoría que, como casi siempre, se conforman con ver los toros desde la barrera —así nos luce el pelo a los leoneses en el contexto nacional, uno de los reinos más antiguos de España y el único que no tiene el rango de comunidad autónoma propia—, han dado como consecuencia un asfaltado de las calles que para algunos habrá quedado muy bien —¡según estaban!—; pero que, para los que miramos un poco por debajo de la capa de asfalto, es otra de las muchas chapuzas municipales, fruto de la improvisación y de la falta de rigor en la contratación de obras. No se han recogido las aguas pluviales. No se ha realizado el previo nivelado de la calzada. No se ha puesto la más elemental regla y nivel para canalizar las aguas y evitar que penetren en las cocheras. Según el contratista, no hay que nivelar la calzada, hay que levantar las aceras. También podía haber dicho que hay que derribar los bloques de viviendas y hacerlos de nuevo. Bueno, pues así estamos. Algunos de mis convecinos y yo, esperando que nos «levanten la acera» —además de mirar las nubes con la esperanza de que no nos caiga una tormenta como la de la semana pasada—. Y sobre todo, esperando que llueva de una manera sosegada, para ver hacia donde, los hados de la brea, han dejado caer los niveles de la calle. En definitiva, comprobar si se nos mete el agua en casa o no. Si entrase, sería la primera vez que ocurre desde que se construyeron los pisos. Y eso si, entraría después de haber arreglado la calle ¿Y ustedes han visto al señor alcalde?. Pues yo no. Me gustaría verle al pie de obra, por una vez. Ninguno de mis convecinos, a los que he preguntado, le ha visto tampoco. Como máximo, al concejal de Obras o algún otro miembro de la ejecutiva. De todos modos, no se preocupen. En cualquier momento de las fiestas, se pondrán la corbata e inaugurarán la chapuza. Y encima, nos pedirá el voto en las próximas elecciones. Pero claro… yo no voto en Sabero. ¡Menos mal! Yo voto socialista y me encontraría en un dilema.

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