Sostenibilidad

La presentación y ratificación del proyecto Movele de impulso a los coches eléctricos por parte del Ministro de Industria abundó en la retórica que apuesta por una futura economía más sostenible. Un objetivo que resulta insoslayable, pero que resulta muy difícil hacer valer cuando las demandas inmediatas de la crisis aprietan como lo están haciendo. Existe ya una importante coincidencia en que la fuerza motriz del futuro para los vehículos a motor deberá pasar por la electricidad. Pero la voluntad de Sebastián de transformar este reto en una cuestión de Estado no basta para ahuyentar los temores concretos sobre la supervivencia de la industria del motor en nuestro país, ni la falta de una estrategia solvente en materia energética que comprometa también a los ciudadanos, compradores y usuarios últimos de los nuevos coches