LETRA PEQUEÑA
Hambrientos
La superación de la terrible cifra de mil millones de hambrientos en el mundo, confirmada por los responsables del Programa Mundial de Alimentos dependiente de Naciones Unidas, debería cubrir de vergüenza a esa otra parte del planeta incapaz de impulsar la solidaridad suficiente para acabar con semejante desastre. Pero los datos remiten justamente al comportamiento opuesto, porque los Estados que aportan fondos al presupuesto para combatir la hambruna en el mundo no sólo no han incrementado sus aportaciones para compensar el alza de precios de los alimentos y la crisis que golpea a los más débiles, sino que han reducido su contribución amparándose, en muchos casos, en la gravedad de esa misma crisis. Una desigualdad injusta al extremo que amenaza paz, la seguridad y la estabilidad mundiales.