Volver a Santa María del Páramo
Tribuna | afrodisio ferrero pérez
abogado y periodista
Volver a Santa María del Páramo siempre es grato y emotivo. El hombre vuelve a lo que siempre sueña; a la tierra, donde el amor se hace visible. Y sobre todo, con doble motivo, si es para pronunciar un Pregón en las Fiestas patronales, después de medio siglo de asistir, por primera vez, a la llamada Feria de Santa María del Páramo. De aquella época a la actualidad esta villa ha cambiado a mejor, de forma muy notoria. Quizá lo más importante de un pueblo o de una ciudad es la huella que nos dejan en nuestra imaginación. Y una de ellas -la más importante- es la capacidad creadora. Antes de entrar en la capital del Páramo nos encontramos con una senda botánica, creada no hace mucho tiempo. Los parajes son los siguientes: Laguna Teñil, Laguna Encalada, Los Arenales, Laguna La Barrera y Laguna Feldo, que corresponden a las carreteras: León-Hospital; Hospital-La Bañeza; La Bañeza-Valcavado; Villamañán-León y Valcavado-Villamañán. Al transitar por estas vías podremos contemplar cipreses, cerezos japoneses, fresno de flor, castaño de indias, encinas, madroños, robles, abedules o tilos... En suma, unos trescientos árboles distribuidos en las proximidades de la carretera de circunvalación que, al mismo tiempo, sirven para cu brir un espacio de ocio y esparcimiento. Al pasear por sus calles se observa una transformación evidente: bien pavimentadas y engalanadas. Sus plazas entrañables y acogedoras. Las calles para ir y venir, y las plazas para estar, para dialogar, y en fiestas para ser escenario de las representaciones teatrales. En este sentido, la villa del Páramo ya ha celebrado nueve ediciones del Festival de Teatro, el más veterano de la provincia. Las plazas son célebres, entre los vecinos de aquí, y los visitantes de allá: Plaza Mayor o del ayuntamiento, de la Fuente, del Cristo, de las Monjas, de la Madera... La plaza clásica, por excelencia, es la Mayor, donde tienen lugar los grandes acontecimientos. Tiene forma de hipotenusa por un lado, en la que se halla el ayuntamiento, la iglesia de La Virgen de la Guía, y los edificios más singulares de Santa María del Páramo; a los extremos, las dos farmacias de siempre.
A la primera Feria que yo asistí, por los años cincuenta, esta plaza era el lugar donde se celebraba el mercado, específico de la Feria, y en el centro se colocaban unos postes para los fuegos artificiales, cuyo comienzo estaba fijado para el filo de la medianoche. Hoy, la quema de los mismos tiene su escenario junto al polideportivo municipal. El dinamismo de Santa María, no obstante, parte de la Plaza Mayor, donde fijó su sede la entidad comarcal Poeda (Páramo, Órbigo, Esla, Desarrollo Asociado). Un conjunto de comarcas capitaneadas por Santa María. Sin duda, es un proyecto y una realidad para construir un mejor futuro para esas tierras. De esta forma, todo León se entrelaza bajo el signo histórico común de las comarcas. En la frontera del año 2000 se dieron los primeros pasos para desarrollar una idea, un proyecto y muchas ilusiones. Desde la perspectiva actual, Poeda ha sido y es la palanca del progreso, tanto de Santa María del Páramo como del Órbigo y las vegas del Esla. De los viejos tiempos es preciso aprender con el esfuerzo individual y colectivo. Actualmente, nuestra sociedad necesita crear «nuevas plazas», más amplias y abiertas para relacionarse. En una sociedad competitiva nos exige a todos encuentros a escala comarcal y regional para la cooperación y relanzamiento de los productos agrarios de la más variada índole. De ahí que en estas pasadas fiestas de Santa María «ha querido seguir apostando fuerte por el eje de la Feria Multisectorial, que ha sido y es la atracción más sobresaliente de los últimos 49 años», según palabras de su alcalde Miguel Ángel del Egido Llanes. Con entusiasmo, me apuntaba, antes de pronunciar mi Pregón, que las Fiestas (4-8 septiembre) constituyen un momento puntual, «y nuestro deber es seguir pensando en Santa María del Páramo; por eso estamos en obras y servicios», que día a día, tanto los vecinos, como los forasteros, tenemos ocasión de comprobar en nuestra visita.
Hoy, Santa María del Páramo es una villa adelantada y constituye una nueva forma de entender el desarrollo cultural y humano a escala comarcal. En este aspecto he sido testigo de las obras iniciadas del Balneario Urbano, el Centro Cívico, donde será instalada la nueva Biblioteca. También se realizan otras obras en los Colegios y centros sociales y sanitarios... Todo ello es una muestra de la transformación que se registra en Santa María del Páramo, como centro comarcal llamada a impulsar el potencial económico-agrario de tres comarcas ejemplares: Páramo, Órbigo y Esla; unas comarcas aradas con la energía de generaciones capaces de comunicarse unas a otras el secreto de la tenacidad y el esfuerzo.