Mal día para los toros

En mi opinión, fue una equivocación dar la corrida de toros el día 4, cuando la ciudad de León entera estaba entregada a su fiesta ancestral. El día estaba lleno, llenísimo, de actos interesantes en la calle —actos con gancho— y muy buena representación por parte de pendones, Cantaderas, carros engalanados y segundo día del mercado medieval, y sabemos la magia y atractivo que tienen estos mercados. Y todo lo demás, que era mucho por ver y disfrutar para pequeños y mayores.Creo que fue una equivocación programar la corrida de solidaridad para ese día. De ahí la ausencia de público. Cambiando de tercio, el diestro Rubén Pinar, albaceteño —y el más joven de la terna— hizo una gran faena. El toro tenía hechuras, le cortó dos orejas con el que cerró plaza saliendo por la Puerta Grande. Castaño fue casi profeta en su tierra, de lo que me congratulo, ya que en San Juan no tuvo ocasión. Bolívar, esa tarde, tuvo unas de cal y otras de arena. En fin, los aficionados, disfrutamos de una tarde de toros, buena temperatura y mejor ambiente. Gracias, señor Postigo.