De vuelta a Atapuerca
Historias del reino margarita torres
Ya se han presentado los presupuestos para el 2010 en Valladolid, y nuestro León, además de envejecido y achacoso, se convierte en el mayor damnificado en los recortes. La inversión decrece en todas las provincias, cierto, pero , oh casualidad, donde la guadaña siega más y mejor es aquí. Qué mala pata, leñe, un año más y esto a menos. Que si Salamanca baja un 4,5, que si Valladolid un 4,0-¦y hete aquí el felino que recibe de propina una reducción del 5,70% respecto a lo que acaparamos en 2009 que, ni de lejos, servía para equiparar lo que aventajaba a otros y es hijo del esfuerzo de muchos años de todos tipo de infraestructuras, parques tecnológicos varios, consejerías diversas, centros de todo lo centrable en una provincia, nueve de comunidad.
Ya me gustaría, ya, como a tantos miles de leoneses, que nuestra provincia de tan pujante no sufriera demasiado menoscabo con el tajo presupuestario, pero si a Liberia, pongamos por caso, le privan de los fondos para vertebrar un territorio, la gente se acaba yendo por muy rico que pueda ser el país en potencia y mucho coltan que atesore. Durante largos años León ha descendido en todos los escalafones hasta encabezar el ranking a la inversa de posición de privilegio económico nacional, hijo del apagón minero, del cierre industrial, la descapitalización del territorio, el aband ono de los jóvenes, el desinterés del gobierno autonómico en muchas ocasiones.
Dicen quienes nos mandan que el patrimonio, natural e histórico, constituye una fuente de recursos dinamizadora. Tal vez por eso han valorado largamente clavetear Picos de Europa y la montaña con torreones baluarte eléctricos. Quizás, puede ser, resta mucho camino en lo que a edificio viejo se refiere y, cuando llega el dinerín, a menudo corresponde al incentivo de la gárgola voladora y la indignación social. En la reciente Declaración de Salamanca, un grupo de ciudadanos reivindicaba la participación de quien paga en quien revierte el dinero público y sus decisiones. Mientras tanto, la Consejería de Cultura recibe un mordisco de -15% en sus futuros haberes. Ya se sabe que la Kulthura no interesa desde que León ha perdido el acento en la imagen marca juntera, pero tal recorte no representa una tabla rasa común y nivelada. Hasta conocer a fondo el monto global, algunos datos rascan. Atapuerca, equiparable a Las Médulas en relevancia, con el Complejo de la Evolución a cuestas, abre las manos para cerrarlas sobre 56 millones de euros, siendo el proyecto estrella de presupuestos culturales 2010. A ello hemos de sumar las cantidades anuales que llegan para las campañas de excavación, promoción turística, fundaciones, convenios de colaboración, etc.
Tal vez seamos demasiado medievales o romanos para resultar interesantes y despuntar lo justo para equipararnos a los demás, no ya sobresalir. Quizás, después de todo, deberíamos regresar a Atapuerca y rastrear en las cavernas un homínido simiesco que atrajera la atención sobre el resto de nuestro patrimonio. Iglesias, monasterios, castillos y palacios de la provincia, yacimientos arqueológicos singulares se lo agradecerán al futuro Australopithecus Legionensis que todos, en el fondo, llevamos dentro.
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