Hablan los empresarios leoneses
Tribuna | AFRODISIO FERRERO PÉREZ
ABOGADO Y PERIODISTA
Los empresarios integrados en el Círculo Empresarial Leonés (CEL), a través de un estudio documentado, hablan de la realidad social y económica de nuestra provincia, con la perspectiva de diez años (1999-2009): «Diez años de un siglo de economía». Su presidente, Domingo Fuertes Bécares, señala que reflejan vicisitudes económicas y empresariales de todo ese periodo, tanto a nivel nacional como internacional, pero, singularmente a nivel provincial. Todo un conjunto de informes, comentarios y artículos que han marcado -”y siguen marcando-” las tendencias actuales. Por eso es oportuno analizar, una vez más, el presente y el porvenir de León en el horizonte de hoy.
1. En primer lugar, según destacan los autores (Camino Ferrero y Miguel Ángel González), el año 1999 registró una bonanza económica que despertó grandes expectativas, tanto en la economía provincial, como en el resto del país, y que «León, quizá, no haya sabido aprovechar como debiera una etapa de progreso que ha vivido España». Por el contrario, 2009 es el año en que vivimos peligrosamente bajo la existencia de seis letras siniestras: crisis; una situación que nos obliga a todos, sin excepción, a replantearnos muchas cosas. En este sentido, las administraciones (Estado, Autonómica, provincial, local e institucional) deben asumir, sin artificios, la austeridad bien entendida; racionalidad burocrática; supresión de organismos improductivos o encubiertos; incluso suprimir ministerios en la Administración General del Estado, con la consiguiente agrupación en Departamentos más ajustados a la realidad política y social... Las antiguas recetas del profesor Fuentes Quintana (Pactos de la Moncloa) pueden actualizarse con las previsiones y estudios de otros prestigiosos economistas, como, por ejemplo, las sugerencias del profesor Velarde Fuertes. En su tesis resalta, «si queremos salir de la crisis, es preciso tomar, entre otras medidas, un fuerte recorte del gasto público -”incluido, por cierto, el de las autonomías-” lo que permitiría rebajas impositivas y un claro superávit; alteración de la política energética, con la aceptación de la nuclear; replanteamiento de la tecnología e innovación (I+D+i); liberalización del suelo para reordenar el sector de la construcción; estimular la política agraria hacia una industria agroalimentaria en conjunción con la Política Agraria Común; racionalizar el mercado del trabajo; y, en suma, conducir la enseñanza con planteamientos de alto esfuerzo y calidad».
Como nos comentan los redactores de «Diez años de Economía Leonesa», los problemas de hoy coinciden, en alguna medida, con los de antaño: inflación (deflación), desequilibrio exterior (déficit comercial) y paro (desempleo). He aquí los tres problemas de esta crisis, que se puede prolongar si no se adoptan las medidas racionales por el Gobierno de la Nación y las distintas Autonomías. A los problemas citados habría que añadir los números rojos de la Hacienda estatal, con un déficit de 50.000 millones de euros y más de cuatro millones en paro...
2. Los empresarios leoneses señalan determinadas medidas que tienen mucha semejanza con las recetas del profesor Velarde Fuertes. Por ello piden seguridad jurídica y eficacia con la finalidad de fomentar el empleo, y que es necesario encontrar bases sólidas para garantizar una estabilidad económica general (sistema impositivo), y buscar instrumentos que permitan mejorar la organización empresarial e incrementar la productividad (mercado de trabajo), mayor generación de capital humano (educación-formación), con el impulso de la investigación tecnológica. Sostienen, además, que la falta de competitividad de nuestra economía, en general, se materializa en infinidad de indicadores: inflación, endeudamiento, déficit de la balanza comercial, entrada de población inmigrante de baja cualificación profesional, y otras de signo negativo. Y por otra parte, los empresarios tanto de León, como del resto de España, no habían imaginado una subida de impuestos. Ha sido la sorpresa de septiembre de este año. Parece ser que el Gobierno de la Nación aspira a recaudar, en una primera fase, unos quince mil millones de euros, con el lógico incremento de la presión fiscal. Ante esa pretensión no sería justo ni «solidario» gravar las rentas del ahorro (actualmente en el 18%), si tenemos en cuenta lo que aprendimos en las lecciones de Economía, que «el ahorro es la clave de la inversión». Si se penaliza el ahorro se complica la inversión para crear empleo en esta época de crisis y recesión.
3. Como resumen, algunos de los objetivos que proponen los redactores del Informe sobre la economía leonesa figuran en otra publicación complementaria: «Cien leoneses y el porvenir de León». De lo que se trata, en todo caso, es del fortalecimiento de la economía provincial en el contexto de la Comunidad de Castilla y León, así como en el tejido comercial e industrial de la economía de nuestro país. Y, como ciudadanos, nos sumamos a la exigencia del esfuerzo, y deseamos que se vuelva al equilibrio entre valores: éticos, económicos y espirituales, ya que la fuerza moral constituye una base del progreso.