Ridículo

El Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia está haciendo el ridículo en su intento de celebrar la vista pública contra el ex líder serbio Radovan Karadzic, responsable de matanzas colectivas como la de Srebrenica. El indeseable psiquiatra que inspiró aquellas masacres, ejecutadas por el general Mladic, en paradero desconocido, está boicoteando la vista negándose a ser conducido a la sala de justicia y tratando de lograr aplazamientos con el argumento de que no ha tenido tiempo de preparar su defensa. El garantismo judicial es una conquista de la civilización, pero su exacerbación puede conducir al papanatismo. En este caso, lo que el Tribunal debe considerar en primer lugar es la sensibilidad de las víctimas, indignadas por el escarnio de la justicia que hace el verdugo más conspicuo que ha habido en Europa desde el Holocausto nazi.