Un muro en la cabeza
La veleta | julia navarro
Es tan difícil no equivocarse¡ No hay ningún ser humano que no cometa algunas, por no decir muchas, equivocaciones a lo largo de su vida, ya sea en el terreno profesional, personal o de cualquier tipo. Cuántas veces desearíamos poder volver atrás, enmendar errores, hacer las cosas de manera diferente. Por eso, me sorprende la actitud del nuevo secretario general del PCE, Jesús Centella, y de algunos miembros de su equipo. A estas alturas defender lo que fue la U RSS no es que sea un error, es que demuestra tener una ceguera no sólo política, sino vital, que asusta. ¿De verdad puede pasar por alto el señor Centella los millones de personas asesinadas en la URSS de Stalin? ¿De verdad ni siquiera le conmueve la tragedia vivida por todos los que sufrieron el Gulag? ¿Tampoco cree que haya sido un drama el Muro que dividió no sólo Berlín, sino Europa, durante varias décadas? ¿Qué piensa de todas aquellas personas que sufrieron la falta de libertad y fueron machacados por las dictaduras comunistas?
Nadie dice que el señor Centella o el PCE tenga que pedir perdón por ese pasado. Lo mismo que millones de personas fueron aplastadas por el comunismo soviético en media Europa, aquí en España miles de comunistas fueron masacrados por el régimen franquista. Pero al menos no estaría de más que el PCE reconociera que, en nombre del comunismo, las cosas se hicieron rematadamente mal, de manera criminal, en la Europa del telón de Acero.
Si los comunistas del siglo XXI no reconocen los errores cometidos en el siglo XX en nombre del comunismo, no tendrán futuro. Sólo desde la catarsis, desde el reconocimiento de lo que se hizo mal en el pasado se puede construir el presente y el futuro. Ahora, escuchar a una de las nuevas dirigentes del PCE defender el régimen de Cuba, pone los pelos de punta, significa que no han aprendido nada, que no van a rectificar nada y que la sociedad va a continuar dándoles la espalda. Creo que hay espacio a la izquierda del PSOE, que un partido de izquierdas, un PCE renovado y moderno, que no ofrezca recetas del pasado, que con valentía reconozca los errores, puede tener futuro.
El capitalismo puro y duro no es tampoco el mejor de los sistemas y desde luego estamos sufriendo las consecuencias de los depredadores que han crecido y se han beneficiado del sistema hasta provocar una crisis económica y financiera mundial. Además, para que una sociedad funcione son necesarios los contrapesos y el PCE podría ser un excelente contrapeso, pero un P CE distinto, un PCE en el que sus dirigentes no reaccionen con soberbia defendiendo lo indefendible. En mi opinión, mal ha empezado Centella.