A media pensión

El rincón | manuel alcántara

Las agonías prolongables no exigen la extremaunción. Hombre enfermo, hombre eterno, se dice mentirosamente porque todos sabemos que nos aguarda el mismo final, incluso a los que han gozado de una salud magnífica y logran morirse con un aspecto saludable. Lo que importa es el mientras. La ministra Elena Salgado, que además de ser vicepresidenta se ocupa teóricamente de nuestras maltrechas economía y hacienda, se ha visto obligada a apoyar una reforma de las pensiones. La Ley de Economía Sostenible incluye medidas que piden las empresas y que jamás han pedido los trabajadores. Se trata, para entendernos, de que los asalariados a los que el sueldo ya no les da más de sí, sigan dando buen ejemplo. Hay que reformar las pensiones, ya que reformar las cajas está siendo muy trabajoso y reformar los bancos es una tarea imposible. Hay que entender que los impuestos se descarguen preferentemente sobre los pobres: son muchos más. Los tributos y las cargas deben recaer sobre ellos, que ya dijo Churchill que hay gentes a las que les trae sin cuidado que suban o bajen, ya que se las arreglan para no pagar ninguno. O se inventan empresas deficitarias o se amparan en la deficiencia mental de algunos inspectores que persiguen a quienes han cobrado ocasionalmente 300 euros y se olvidaron de declararlos esa misma tarde.

La OCDE ha recomendado a España que aplace la subida de impuestos hasta el año 2011. El organismo ha mejorado sus previsiones, ya que no les es posible mejorar el pasado. Confirma que la economía española seguirá cuesta abajo en su rodada, que dice el tango, ya que se ha descolgado de su recuperación global. Así que los pensionistas lo que tienen que hacer, en vez de ir a la compra, es leer atentamente las declaraciones de nuestros gobernantes. Leer para creer y para tener buenas tragaderas