Carné de vidente

El rincón | manuel alcántara

Todos los adivinos preguntan quién llama cuando suena el teléfono de su casa. Han existido siempre, incluidos algunos tenebrosos profetas que basaron su éxito de público en anticipar esas catástrofes que siempre llegan. Los videntes han logrado que se les crea a ciegas. Quizá sea suyo el oficio más antiguo del mundo, anterior al de la prostitución, al que se le suele atribuir ese rango. Sin duda hubo un adivino en la tribu que, nada más ver a la recién nacida, averiguó a qué iba a dedicarse de mayor.

Muchas personas agraciadas con el don de prever el futuro no han sabido sacarle partido a sus aptitudes y no se han dedicado a vender impermeables en las procesiones donde se le pide la lluvia al santo patrono de su pueblo, pero ahora, por fin, la Comisión Europea ha presentado un proyecto serio. Se trata de ayudar a los economistas a predecir situaciones de crisis financiera. Se sabe que las crisis llegan y se van, no sin antes llevarse a muchas personas por delante que no tenían el menor deseo de acompañarlas. Acertar el momento de su llegada, de la manera más puntual posible es el propósito de la CE, que va a repartir una especie de carné de adivino, eso sí, apoyado en técnicas informáticas, entre los vigías de los desastres económicos. El programa, para que nadie dude de su seriedad, está dotado con 2 millones y medio de euros de presupuesto. Se confía en que el «simulador» esté listo pronto. Nos urge saber cuándo Al Qaida del Magreb piensa emprender la reconquista de Al Andalus. Defender ese amplio territorio puede costarnos un buen dinero. Casi tanto como la fusión de algunas Cajas de Ahorro. Lástima que quienes trabajan en ellas no hayan adquirido con anterioridad un «simulador de crisis económica».