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la opinión del lector

La patrona de los militares

Publicado por
José-Magín González Gullón. LEÓN
León

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En estos primeros días de diciembre, como viene siendo costumbre, celebran en las diferentes bases y acuartelamientos militares de nuestra provincia sus fiestas patronales. Santa Bárbara, la Artillería de Astorga y Ferral; y la Virgen de Loreto, la Aviación de La Virgen del Camino. En todos los casos, con el acompañamiento de los leoneses unidos de siempre por lazos familiares o de afecto con los militares. Una vinculación que no sólo alcanza a los Ejércitos de Tierra y Aire sino que curiosamente se extiende también a la Marina. Porque aquí, en plena Tierra de Campos, en Alija del Infantado, se encuentra el pueblo de España que en proporción mayor número de profesionales dio a la Armada. No hace muchos años se llegaron a contabilizar hasta una treintena de suboficiales marinos en activo nacidos en Alija.Y así se le reconoció y agradeció en su día levantando un monumento en su Plaza Mayor. Incluso el leonés que mayor graduación ha alcanzado en la milicia a lo largo de la historia fue precisamente un almirante, Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo, fallecido en 1992 cuando estaba al mando de los tres Ejércitos como Jefe de Estado Mayor de la Defensa. La tradición artillera de Astorga es sobradamente conocida y en pocas ciudades resultan más visibles y constantes esos lazos afectivos. Su Regimiento de Lanzacohetes está considerado como uno de los más importantes del Arma de Artillería. En su campo de tiro del Teleno han realizado maniobras unidades militares procedentes de toda España. Lástima, eso sí, que en justa correspondencia, todavía no se haya instalado allí un regimiento numeroso como los pueblos del contorno demandan y que contribuiría a sacar del olvido y de la pobreza a toda la comarca. De la misma manera que el campamento de Ferral de Bernesga contó en su día con un Centro de Instrucción de Reclutas y seis mil hombres, lo que contribuyó de manera decisiva al resurgir económico de la zona. Sus Juras de Bandera congregaban a otros tantos miles de forasteros, familiares y amigos de los soldados, llegados de toda España y que abarrotaban hoteles y restaurantes de toda la provincia. Ahora hay un solo regimiento de Artillería, más la Unidad Militar de Emergencias, ideada por el actual gobierno y que de tan difícil catalogación castrense nos resulta. Allí se encuentra también el Mando de Artillería de Campaña. Durante muchos años en la ciudad de León tuvo su sede el Regimiento de Infantería «Burgos 36», y más tarde el de Caballería «Almansa 5», así como el Depósito de Sementales. Todos ellos integrados en gran parte por leoneses que aún hoy, pasado el tiempo, siguen reuniéndose para recordar aquellos años y en muchos casos para renovar en estas fechas festivas el juramento a la bandera, como volverá a ocurrir este año. Pero de lo que más orgullosa se siente la ciudad de León es de haber contribuído al nacimiento de la Aviación española. La Base Aérea de La Virgen del Camino fue creada por Real Decreto de 1920, y ya en 1928 operaba en ella una escuadra con treinta aviones. La posterior creación de la Maestranza de Aviación dio un fenomenal impulso a la ciudad ya que en sus talleres llegaron a trabajar 1.900 hombres, en su mayoría civiles. Puede decirse que junto al CIR de Ferral antes mencionado, han sido las mayores empresas que ha tenido León. Después se instaló allí la Escuela de Especialistas y actualmente la Academia Básica de Suboficiales. Por el viejo aeródromo de La Virgen del Camino pasaron aviadores de reconocida fama y prestigio como García Morato, Chamorro, García Pardo, Gallarza, Salas o los hermanos Alfaro, casados ambos con leonesas y que llegaron a ocupar los puestos más altos del Ejército del Aire. Ello se debió en parte a que en León se creó y aquí permaneció varios años la Academia General del Aire que por motivos nunca explicados y menos aún justificados fue trasladada a Murcia. Otra de las reivindicaciones que León tiene pendientes y de las que ninguna memoria historia se acuerda. Especial recuerdo debemos en estos días de pacífica y festiva convivencia a los muchos leoneses, profesionales de las Fuerzas Armadas y del Orden Público, asesinados en los últimos años por la barbarie terrorista, y que personalizamos en el comandante de Caballería, Luciano Cortizo, destinado en el Regimiento Almansa y brutalmente asesinado y herida su hija que le acompañaba, al explotar una bomba adosada al vehículo que conducía por una céntrica calle leonesa. Sin León no hubiera España, recordamos en nuestro himno, y hoy al compartir unas fiestas patronales que sentimos tan cercanas celebramos también el sabernos hogar del soldado.

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