Bienvenidos al reino de la libertad
Tribuna | David Díez Llamas
Sociólogo
En estos tiempos nos hemos encontrado que desde el nacionalleonesismo algunos han apostado por la uniformidad excluyente que dibuja un mundo desde un único punto de vista, el suyo. El universo del conocimiento se conforma desde una única y muy particular visión a modo de enciclopedia del saber. Se apoya con el dinero público de las instituciones a las que se llega a «lomos» de un partido que se utiliza como plataforma de los propios intereses. En esos episodios hay que remunerar a aquellos que apoyan el proyecto propio y castigar económica y socialmente a los que pudieran considerarse una amenaza para el mismo.
Así el nacionalleonesismo no le ha importado estar tanto en gobiernos del PP como del PSOE siempre y cuando pudiera hacer crecer su propio proyecto político-personal con independencia de su partido. Hay que decir que en su punto de vista los enemigos estábamos dentro del propio leonesismo en tanto amenaza a sus propios intereses, éramos «los viejos», los causantes de que el leonesismo no se hubiera desarrollado políticamente. Menos mal que venían ellos como representantes del «nuevo» leonesismo que nos ha llevado a este «espléndido» desarrollo del leonesismo actual. Sobra todo aquello que pueda estorbar a un proyecto personalista, ya sean Academias, autores o incluso la propia sociedad leonesa. Es la personalidad autoritaria que desde el culto al propio yo marca su proyecto por encima de las personas.
Ese proyecto personalista busca apoyos en diferentes proyectos excluyentes ya sean los que desde la P adania italiana sustentan el gobierno Berlusconi o quienes defienden proyectos independentistas en España. Todo vale si suma al propio proyecto.
Existen también aquellos que consideran que el Reino de León debe de ser el Reino del Silencio. Desde esa perspectiva hay que asumir la realidad actual aunque no nos guste. Es el silencio de los cementerios. La invitación a permanecer impasibles ante la injusticia que nos afecta directamente. Callar ante la línea Sama-Velilla, ante la grave crisis de la agricultura... Curiosamente abanderados de estos reinos del silencio los encontramos entre algunas personas que además pretenden que sean reconocidos como progresistas. Son las tesis de Oscar López según las cuales como León tiene el mismo rango de identidad que Avila o Soria pues debemos de permanecer en silencio, no ser revoltosos y asumir esa condición. Claro que igual el señor López tendría que explicar porque la denominación de esta Comunidad es la de Castilla y León, no es la de Castilla y Soria o la de Castilla y Avila. Cuando se apela a «los silencios» se carecen de argumentos. Queremos que el Reino de León sea el Reino de la libertad. Aquel que se enmarca en el sentimiento más profundo de los leoneses que desde siempre han hecho bandera de la libertad desde sus Concejos, desde la defensa de la condición de «oferta» y no de foro, desde la condición de cuna de las primeras cortes con intervención del estamento popular...
El proyecto leonés de España plasmado en el Regnum Imperium Leonés se ha basado en el reconocimiento de España como una «Unidad en la pluralidad». Ese proyecto sigue plenamente vigente. España es y existe como unidad pero no como uniformidad. Armonizar unidad y pluralidad es un reto hoy como lo fue ayer. La pluralidad es un factor clave de la libertad. Podríamos decir que no hay libertad sin reconocimiento de la pluralidad social. Los intentos personalistas de suprimir esa pluralidad para acomodarla a la autoridad uniformizadora tarde o temprano terminan en fracaso. Son demasiados los que han utilizado un marco territorial como excusa para defender sus propios intereses.
Desde la consideración del Reino de León como un Reino de las libertades, se ha favorecido la pluralidad social y la convivencia en armonía de judíos y mozárabes. De su legado y sus obras arquitectónicas hoy nos sentimos orgullosos como patrimonio común de todos los leoneses. Por ello rechazamos esa identificación que algunos han querido hacer del leonesismo con la barbarie nazi. Ser leonés es algo que se ejerce desde la libertad, con independencia del sentimiento religioso, de la forma de pensar a nivel político...
Por eso queremos dar la bienvenida a ese Reino de León que en el 2.010 conmemora su 1.100 aniversario como el Reino de las Libertades ajenos a los silencios y a los intentos autoritarios y uniformizadores.