La ora del arco iris

Hemos desayunado con la noticia y aún no sabemos si es una inocentada adelantada o una soberana tomadura de pelo: «León expande la ORA, crea tres áreas de larga estancia y divide la zona verde en dos». Partamos de que el uso del vehículo en nuestra ciudad no es en la mayor parte de los casos un capricho como deben creer las autoridades municipales, sino una necesidad y no siempre el transporte público se adapta a la misma. Entendemos que las zonas se vayan adaptando a las exigencias del volumen del tráfico, pero esta ampliación nos parece a todas luces desproporcionada y no solamente no necesaria sino con un clarísimo afán recaudatorio. Para comenzar, recomendaríamos al Ayuntamiento que editara una pequeña guía de uso de la zona ORA para que los usuarios se vayan centrando, porque fácil, fácil no es. Hasta donde el estupor nos ha permitido entender, pongamos que si soy residente de la zona de la Facultad (en la que van a coexistir, veamos, zona azul, zona verde – zona sur, zona naranja, zona azul ampliada y zona verde-zona sur-ampliada) y trabajo en la zona del Tanatorio, cada día tengo que salir de mi propio arco iris residencial, atravesar la línea verde fronteriza que ahora va a dividir, atención, a los leoneses y leonesas del norte y del sur, y llegar a la zona multicolor norte en la que yo no puedo hacer valer mi tarjeta de residente porque «vivo del otro lado» y no me sirve, con lo cual el Ayuntamiento «me premia» haciéndome una rebajita en forma de zona color naranja… y eso, si tengo suerte y madrugo mucho. Seguimos sin ver cambios, sin embargo, en la calle Alfonso V, donde para predicar con el ejemplo colorista la corporación municipal sigue disponiendo de su zona «amarilla» para aparcar en la mismísima puerta del Ayuntamiento.