Gente de allá | Caballos siberianos
Los pingüinos no se gripan
La concetración motera castellana vuelve a reunir a un incondicional grupo de aficionados pese al frío
Amantes, más bien fanáticos de las motocicletas, se dan cita cada año en la concentración invernal Pingüinos, en la que se puede ver desde un iglú de cartón piedra con el que cobijarse del gélido ambiente a un vendedor de cupones de la Once que por la noche va a trabajar hasta el amanecer.
Las bajas temperaturas no minan el entusiasmo de los moteros, un alto número de ellos llegados desde tierrars de León, quienes agudizan el ingenio para combatir un frío que, para muchos, hace especial -”si no, no serían pingüinos-” esta concentración motorista, que desde el año pasado se ubica en el Área Recreativa de Puente Duero.
Es el caso del Moto Club Laguna y, concretamente, de uno de sus integrantes, Jesús Martín, quien duerme junto a su esposa en un iglú de cartón-piedra fabricado por él mismo y en el que han llegado a desnudarse por el propio calor que ellos generan y se mantiene dentro de su estrambótico reducto, según explica. Al lado, vigilan su hospedaje seis pingüinos hechos del mismo material, cada uno de ellos bautizado en virtud del trabajo que le costó a su creador.
Sin lugar a duda, el resguardo de Jesús Martín es el más original y puede que el más efectivo, pero las hogueras se suceden por doquier, generando un olor a fogata en todo el recinto, a excepción de la zona en la que están situados los puestos de hamburguesas, perritos calientes, bocadillos y hasta «caipirinhas». Las motocicletas remolcan leña como pueden para que, una vez conseguida, los moteros, venidos de todas las partes del mundo, se agolpen en torno a las hogueras con un caldo, café o chupito con el que calentarse por dentro. Cada «maestrillo» tiene su librillo.
Una recreación a lo «Easy Rider» pero con un clima siberiano. Veintinueve años de frío, hedor a leña y rugido de Vespa, Godwing, Yamaha, Harley-Davidson, BMW, Kawasaki, Derbi o Bultaco con los Rolling Stones como banda sonora.