Las rentas de empresas y familias leonesas crecieron un 25% menos durante la expansión
Durante los años de crecimiento la provincia registró el menor incremento de riqueza de la comunidad
La expansión económica registrada en la última década, hasta la irrupción de la crisis económica, se tradujo en crecimiento y generación de riqueza para todo el país, pero no lo hizo en la misma medida en todos sus territorios. De hecho, las zonas más atrasadas siguieron ahondando, dentro de su crecimiento, en la diferencia que las separa de las más desarrolladas. La provincia de León se encuentra en casi todos los parámetros que miden el desarrollo de un territorio (población, empleo, creación de riqueza, incremento de las rentas,...) en una posición de desventaja que se acrecienta continuamente. Incluso dentro de la comunidad autónoma, algunos de los datos económicos leoneses evidencian una situación realmente preocupante.
La constancia del crecimiento registrado entre el año 2000 y el 2008, y de que este desarrollo no ha sido suficiente para seguir el ritmo del resto del país, queda claramente reflejada en el Balance Económico Regional, hecho público ayer por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Los datos resultan aplastantes: León es una de las cinco provincias del país que ha perdido población en el periodo analizado (concretamente un 0,13%); es la tercera provincia por la cola con menor crecimento del empleo durante el periodo de expansión económica y la creación de riqueza en esos años es la más baja de la comunidad autónoma.
Pérdida de población localizada . En los ocho años analizados la evolución de la población española se ha visto afectada por la llegada de un fuerte contingente de inmigrantes, sin embargo ni eso salva el balance demográfico leonés. Con 32 habitantes por kilómetro cuadrado, tiene una densidad de población que se sitúa en la parte baja de la tabla. Pero lo llamativo es que las cinco provincias que pierden ciudadanos están claramente localizadas en el mapa español: son Lugo, Orense, León, Zamora y Palencia. «Forman el polígono interior peninsular tendente a la despoblación», según destaca el informe de las cajas, que añade: «Es un hecho que debería hacer reflexionar a quienes tienen que velar por el futuro de nuestra sociedad», para «orientar el asentamiento futuro de la población en España de forma más razonable».
La evolución del mercado laboral tampoco invita al optimismo. Precisamente son Lugo y Orense las únicas provincias del país que durante la expansión económica lograron crear aún menos empleo que León, la tercera por la cola, con un 73,% de crecimiento. Lejos del 25,6% de Guadalajara o del 22,79% de Cantabria.
La evolución conjunta de estos factores se traduce en una creación de riqueza que ha sido sensiblemente más raquítica que la media. Y la más baja de Castilla y León. El Producto Interior Bruto de la provincia creció entre el 2000 y el 2008 a un ritmo anual medio del 2,17%.
Rentas que crecen menos. El caso es que a la hora de comprobar cuánto ha supuesto para las familias y las empresas de la provincia el periodo de crecimiento económico los datos evidencian una pérdida en comparación con el resto del país, pero también con el conjunto de la comunidad. Traducido el crecimiento a las rentas, el dinero con el que cuentan los leoneses, se observa que las rentas de trabajo (las cantidades que cobran los trabajadores de sus empresas) crecieron en la provincia entre el 2000 y el 2008 un 48%: pasaron de 2.938,5 millones de euros a más de 4.348 millones.
En ese mismo periodo las rentas de trabajo en el conjunto de la comunidad crecieron un 56%, y en el conjunto del país un 60%. Muy por encima de la provincia.
La diferencia en la intensidad del crecimiento es más evidente en el caso de las empresas: durante el periodo analizado sus ingresos pasaron en León de los 1.008 millones del 2000 a los algo más de 1.904 del 2008, es decir, un incremento del 48%. En esos años las empresas de Castilla y León incrementaron sus ingresos un 88%, y las del conjunto del país más del 90%.
En resumen, la diferencia entre la mejora de la renta de familias y empresas en León y en el conjunto del país se tradujo durante el periodo de bonanza económica en que las rentas leonesas crecieron de media un 25% menos que las de los españoles contabilizados en su totalidad.
Un comportamiento más equilibrado, aunque también menor, supuso la evolución de las rentas de capital de las familas (las que proceden de los ingresos por alquileres, dividendos de empresas, intereses de depósitos y otros ingresos patrimoniales). En este concepto los leoneses ingresaron en el 2008 casi 400 millones de euros, un 29% más que nueve años antes. En Castilla y León el incremento fue del 30% y en el conjunto del país del 33,4%.