Ese papel

Ha escrito Martín Garzo un artículo redondo, evocador, « Elogio de la prensa escrita », o sea, del periódico acosado hoy por la riada digital que inunda sus sótanos... y por los cambios climáticos de la información editada que anda hoy en muchos casos dudando si convertise en circo o echar la trapa.

La verdad es que el periódico logrará aplazar su muerte. Es de los escasos lugares donde todos pueden, podrían o deberían encontrarse, los de arriba y los de abajo, unos y otros. Sólo con la palabra que retrata las cosas sucedidas encontraremos, o parecerá que lo intentamos, unas palabras comunes que definan mejor la realidad y el mundo que hemos de compartir necesariamente y, a ser posible, sin hostiazos... es el periódico... esa balsa de papel que irá recogiendo y salvando los restos del naufragio cuando ya seamos todos virtuales, incluída la verdad.

En ese artículo, Garzo evoca otras viejas y entrañables funciones del periódico tras cumplir su misión de enlazarnos... « y así sus páginas se usaban para que manzanas y uvas maduraran, para que los zapatos no perdieran la forma, para encender calefacciones, limpiar sartenes y cristales, hacer patrones de vestidos y, de forma especial, para ponerlos sobre los suelos recién fregados de cocinas y pasillos »... menos mal que Gustavo olvidó citar las viejas funciones más grasientas y pringosas del periódico atrasado: envolver los bocadillos de tortilla, los churros y el papelote del pescado, humilde papelón del papel-prensa que tenía un alivio calentito, aunque efímero, si con él hacían cucucruchos para arropar castañas asadas en las heladas y terribles noches de estas calles y olvidos que acababan en el cine.

Me clavé cuando dice lo de «limpiar sartenes»... ¿con periodicos viejos?... lo de los cristales se tiene comprobado, el papel de periódico es lo más eficaz y barato... ¿pero las sartenes?... pues rindamos nuestra ignorancia a la evidencia, porque de siempre las sartenes no se fregaban ni con jabones ni con fairis ni con leches en espuma que impregnan el tefal y te las comes después... solamente el periódico restregaba el seno de «la negra»... la cosa tiene un gran porqué, tiene tesis, así que mañana nos vamos de cocinitas. Vente.