Tráfico colocará un máximo de 200 radares fijos cada año

Tráfico echa el freno con los radares fijos. La idea de plagar las carreteras con dos mil de estos aparatos, como se indicaba en el programa electoral socialista, se ha quedado diluida por las circunstancias económicas y el impacto de las medidas tomadas hasta el momento, que han reducido de forma drástica los niveles de siniestralidad. A partir de este año, la DGT renuncia a este objetivo y colocará entre 150 y 200 cinemómetros cada año. Ahora mismo hay instalados 520, además de los radares móviles de la Guardia Civil.

Navarro está a la espera de lo que suceda en Europa, donde está tomando cuerpo la idea de establecer un número determinado de radares en función del kilometraje total que tenga la red de carreteras. «Si quieres poner un radar en un sitio, vas a tener que sacarlo de otro sitio. Es una idea que se está hablando en la UE y puede estar bien», indicó. Asimismo, señaló que no se pueden poner controladores de velocidad en las carreteras secundarias, las que más siniestralidad tienen, si no superan una intensidad de tráfico de 6.000 vehículos. «Para la vigilancia, ya están los agentes y sus radares móviles», indicó. El director Tráfico consideró que la velocidad es «la asignatura pendiente» de la seguridad vial española y se mostró en contra de aumentar los límites a pesar de las mejoras de la seguridad en los coches y las carreteras. Consideró que no es necesario y que los países de nuestro entorno mantienen unos máximos similares al español. Navarro recordó que en Suecia o los Países Bajos la velocidad máxima es de 120 kilómetros a la hora, mientras que en el reino Unido se sitúa alrededor de los 112. «La única forma de disciplinar el factor velocidad son los radares».