Cornada de lobo | pedro trapiello
Ánde vas, rapaz
Si es domingo, chaval, aprieta el culo y da al pedal. Es tu día libre, entero para ti. Pero te duermes, lo acortas y racaneas. Te aburres. No lo entiendo. Estíralos, son tuyos, tú mandas. Amplía el gozo de tener al jefe lejos. Hoy das las órdenes tú. Pues ordénate, programa, haz variaciones... y te cabrán las emociones, alelao. Madruga. Haz que tengan tus domingos quince horas. Verás lo que cabe. Y si puedes, hoy aquí y al otro en Pénjamo... hoy en la nieve y al otro en las bodegas de Valdevimbre... hoy anzuelando... ¡¡¡y dentro de un mes pescando!!!, habrías dicho alborozado un domingo como hoy hace un porrón de años, cuando tu padre -empleado de ebanistería, afanoso, ejemplar y más curioso él que un cacharrín con asas- sacaba a la tarde y tras la cena las cajas de hilos, sedas y canutillos, el cartapacio con los libros de «mazos de pluma» que le traía Goyo el de La Cándana, el cajón con toda la utillería del montaje de «moscas» y comenzaba el rito anual de revisar la provisión de mosquitos y montar unos cuantos nuevos restaurando los malheridos de la temporada anterior, revisando después las cañas, la sacadera, la cesta con su bolsillera, la gusarapera, la rancajera, la lombricera, las cucharillas repintadas, los repuestos, los corchos, las boyas, los anzuelos, los plomos... engrasando al final los carretes, parcheando las botas... y afilando las ganas. Tú gozabas en aquellos preparativos como gozaría a estas alturas del calendario un soplao turuta de cofradía que ensaya el tararí entre mamporreos de tambor. Ya sabes, a cada cual le da por donde se le inclina el gusto. A tí te gustaban las sobrecenas de últimos de febrero en la cocina de la madre, calentitos, la tele, barullo familiar con bromas y puyas, el apuntarte a la mesina del rincón donde tu padre enredaba anzuelos, revisaba el brillo de cada pluma a contraluz del flexo, se metía en sus vueltas y callaba... recuerdas bien aquellas noches y vísperas de montar sueños con arponcillo. Allí aprendiste a armar mosquitos propios repasando tus anotaciones: 1968, 21 de marzo, coto de Bachende, 15 truchas a cebo y 9 a pluma, 2 entraron al falangista, 5 a verde oliva, pesaron 9.8 kls., (padre pescó 19), 2.30 cayó postura, neviscó mediodia, nubes y claros, viento norte y un frío que jode.