Whu-shu, chicas y música por Haití

«La gente se lo ha pasado bien. Ha sido un festival muy animado y nosotros hemos puesto nuestro granito de arena en la ayuda a Haití. Es poco, pero la arena de una playa se forma grano a grano». Era la valoración de Hortensiano Galindo Pulido, presidente de Cruz Roja de Astorga, que ayer ofreció un espectáculo con el que conseguir fondos para ayudar a los damnificados pro el terremoto.

«Ha sido fundamental la colaboración del Ayuntamiento», señalaba Pulido, que estima que la venta de entradas habrá supuesto una recaudación superior a los mil euros. En las próximas horas se hará caja y, en cualquier caso «hemos vendido más entradas que público había en el Teatro Gullón». A las ventas de entradas, a dos euros por persona, habrá que sumar los ingresos que se han realizado en las cuentas habilitadas por la Cruz Roja para realizar donativos, indicó Pulido. En los próximos días se conocerá la cantidad.

A romper piedras. En el escenario del Gullón se vio ayer a la familia Jiménez, una saga de forzudos, capaces de aguantar la rotura de varios ladrillos sobre la cabeza, de arrastrar pesos increíbles y de soportar sobre el estómago el golpe de un mazo sobre una piedra, que, por supuesto, se parte. Es el whu-shu, una modalidad del kung-fu, popularizado pro la televisión. El Gullón no daba para meter un vehículos que arrastrar con la coleta, la barba e incluso otras partes más inverosímiles del cuerpo, aunque sí para mover con la perilla a las chicas y chicos del espectáculo de Öxi, sentados sobre una plataforma con ruedas.

La evolución de la cantera. Además, los Jiménez aprovecharon la ocasión para que se lucieran las promesas del whu-shu, que se entrenan en un gimnasio de la ciudad.

Durante el espectáculo benéfico, reporteros de la revista Pronto realizó las fotografías para un reportaje que se publicará en breve. Y es que los Jiménez, lejos de acostumbrar al público con sus hazañas, asombran en Astorga y en toda España.

El espectáculo subió de tono con los bailes del personal de la discoteca Öxi, que colaboró con la exhibición de whu-shu. Por su parte, el grupo Ness puso la nota musical a la tarde, con una actuación en la que interpretaron las canciones habituales de la banda, además de un nuevo tema escrito especialmente para Haití. De hecho, por su novedad aún carece de título.