Ellos dos y el tigre
A la última francisco muro de íscar
Nn viejo conocido decía que es importante colocar a los animales en su ambiente. Si colocas a un pingüino en el desierto, se muere. Si metes a un león en el Polo Norte, lo mismo. Un amigo dice que en la selva, todos los animales corren. Unos para cazar a otros, otros para que nos los cacen. Lo que vale para los animales, vale casi siempre para los humanos, que a veces somos mucho más animales y menos racionales. Sin embargo, en la política española de hoy no sucede lo mismo que en la selva, aunque también sea una selva, a veces incluso mucho más salvaje. Mi amigo Eugenio, que es experto en seguros y que sabe lo que están pasando muchos ciudadanos de a pie, muchos autónomos y no pocas empresas, me cuenta que crece el número de quienes acuden a rescatar sus ahorros para la vejez, aunque las pensiones estén en peligro, porque no les llega para pagar lo que deben o lo que compran. Los rescatan perdiendo dinero porque el agua, les llega al cuello. Pero dice Zapatero que estamos saliendo ya de la recesión y que esto va bien, que no se van a tocar las pensiones, que no se va a reducir el sueldo de los funcionarios, que no se va a recortar ni un solo derecho social, y que, si no fuera por el PP y por Rajoy, esto sería una maravilla. Mi amigo Eugenio dice que lo de la selva funciona en la política de forma diferente. Zapatero corre por la selva en dirección a la montaña. Piensa que si no para de correr y pone cada vez más difícil el terreno al tigre, a lo mejor éste se cansa y deja de perseguirle. Algunos se creen que los tigres son tontos, pero hay animales, ya lo he dicho, más inteligentes que muchos humanos. Y, además, casi siempre son más resistentes porque viven a la intemperie y saben que el que se acaba cansando es el humano, que es urbanita y hace poco ejercicio. Le van a pillar, seguro. ¿Y Rajoy? En lugar de ayudar a cazar al tigre, que es una amenaza para todos, Rajoy va corriendo detrás del tigre y de Zapatero a ver si se lo come y se acaba el problema. El problema es que si el tigre se come a Zapatero, que es lo más probable, seguiremos teniendo un problema y si Zapatero aguanta la carrera al tigre durante más tiempo, seguiremos teniendo el mismo problema.