Reportaje | maría carnero
Un parque unitario o dual
Asturias, a un lado de la mesa, y Castilla y León y Cantabria, al otro, volverán el martes a defender sus modelos de gestión para el traspaso de Picos de Europa
El próximo martes, 16 de junio, los directores generales de Medio Ambiente de Castilla y León, Asturias y Cantabria volverá a verse las caras para negociar el borrador de los estatutos del consorcio, indispensable para que las tres comunidades asuman la gestión del Parque Nacional de Picos de Europa, actualmente en manos del Gobierno central. La reunión se prevé intensa, a juzgar por las últimas declaraciones la consejerá de Medio Ambiente de Castilla y León, María Jesús Ruiz, quien culpa al Principado de Asturias de bloquear las negociaciones por no querer renunciar a su «privilegiada» situación en el parque. «Asturias mantiene una posición muy cómoda. Es la que menos ganas está echando para avanzar en el traspaso», declaró ayer a Efe la consejera en Valladolid, antes de presidir una reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente de Castilla y León.
Sobre la mesa hay dos posturas claramente diferenciadas. La defendida por Asturias, que propone un modelo unitario de gestión a través de un consorcio fuerte. «Este modelo permitiría que cada comunidad reciba lo que le corresponde en el traspaso, y que el conjunto de dichos medios se pongan al servicio del consorcio que se encargaría de la deseable unidad de gestión y de la irrenunciable unidad ambiental», explicó la semana pasada la viceconsejera de Medio Ambiente de Asturias, Belén Fernández. Por otro lado, está la postura de Castilla y León y Cantabria que, en cambio, optan por un modelo que se podría denominar dual, ya que supondría el reparto de medios y funciones entre el consorcio y las Consejerías de Medio Ambiente de cada autonomía. Los gobiernos autonómicos gozarían con este segundo modelo de mayor autonomía a la hora de planificar, gestionar, proyectar y gastar. El Principado cree que esta propuesta podría quebrar la unidad del parque nacional. Asturias se ha quedado así sola en la defensa de un parque unitario, porque Cantabria y Castilla y León prefieren un espacio natural a tres bandas.
Pero lo que todo el mundo sabe, es que detrás de esta «pelea» de modelos está el control del personal laboral del parque. Actualmente, en la vertiente asturiana de Picos trabajan 46 trabajadores, veinte en Castilla y León, pese a que León es la provincia que más hectáreas aporta al parque, y tres en Cantabria. Al reparto proporcional que reclaman Castilla y León y Cantabria Asturias defiende que no se puede obligar a los trabajadores a cambiar su sede laboral, y que la solución «ideal» sería que el futuro consorcio que gestionará el Parque controle y reparta las dotaciones.