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Cornada de lobo | pedro trapiello

Maquiaveleonés

Publicado por
pedro trapiello
León

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Así cree García Abad que es Zapatero y así lo retrata en un reciente libro bien preñado de dato que tituló El Maquiavelo de León , aunque un leonés en la corte de los milagros le sugirió que precisara el concepto: El Maquiavelín Cazurro estaría mejor y no por rebajarle rango ni mañas (se ajusta más a origen), pues dice que él mismo fue quien recomendó al líder de los socialistas la que cree haber sido la regla de oro en sus éxitos políticos, pues de oro se ha demostrado a lo largo de los tiempos entre los leoneses medrantes y sonantes o la cazurrancia entera y ruda que se ha conducido por la vida filosofando con esta norma que ya conoces: pisada de buey, ojo de halcón, diente de lobo... y hacerse el bobo .

Esta, más que menos, es la misma conclusión a la que llega García Abad al dibujar la entidad política del presidente del Gobierno, aunque necesita trescientas páginas para explicarse... y no se maldice el rollo, pues aporta carros de amena, chismosa y aclaradora información con la que va dibujando a un personaje que tiene una convicción y objetivo: su papel mesiánico; y tiene un método: gobernar con pisada lenta, a veces pisotón o paso temerario, pero asegurando avance y ganancia (sería la pisada de buey), con visión de alcance e intuitición de dónde está el manantial de los votos, apoyos e imagen (llámalo ojo de halcón que sólo atiende a la pieza y prescinde del resto del panorama), con descarnada frialdad al ajusticiar pactos, desdecirse de su palabra o segar compañeros de su trazada personal e infalible (véase aquí el diente de lobo, puro colmillo de ejempar alfa)... y, finalmente, poner siempre cara de inocente sorprendido, de risueño perpetuo o de optimista desacelerado si está bajando de culo, cuesta abajo y sin frenos; dice Abad que hacerse el bobo no le ha funcionado con Otegui, ni con Felipe, ni con Hugo Chávez, ni con el Mohamed, ni con Pedro Solbes...

Relatando premios al leal, morros al crítico y la tala de árboles que le hagan sombra, Abad remata este retrato con un agüero fatal: cuando caiga Zapatero no irán muchos en su ayuda o consuelo; los armarios del poder siempre están llenos de muertos; y se la guardan para cuando llegue a su reino.