El paisanaje | antonio núñez
Obsesos
Se avisa, de entrada, al señor obispo y a los calorros de Armunia que lo que sigue puede herir su sensilidad por opiniones políticamente incorrectas sobre el asunto de lo sexual con las señoras. Pero no la de la progresía sociata, instalada en la tira de cargos oficiales, que también tiene sus propios feligreses y tribus. Dicho esto hay que añadir que las dos Españas de Machado -”aquellas que helaban el corazón-” ya no son lo que eran. De derechas o de izquierdas los españolitos que vinimos al mundo, nos guarde Dios, aparecemos divididos ahora en otras dos categorías, tan elementales como definitivas: los que estamos jodidos, ponga usted que con el paro o la hipoteca, y los que están mal jodidos y tal vez por eso nos están jodiendo. En éste último apartado coloque a los que le suben el IBI y el IVA, pongamos por caso.
Y más. Olvídese de la suegra y acuérdese de la madre que parió a otras mozas. Por ejemplo la de la directora generala extremeña que sacó a concurso un estudio-proyecto de masturbación para jóvenes, seguida de otra que propuso un «mapa de la región clitoridiana», ésta no sé por qué rumbos anda. Y, coño, si nos hubieran avisado a los autodidactas, lo hubiéramos hecho gratis para ahorrarle una pasta gansa a los Presupuestos del Estado. Dispuestos seguimos. Los hay que con la cabeza sólo piensan en joder y todo lo demás lo piensan con lo de abajo.
La última majadería presupuestaria viene de la ministra de Igualdad, doña Bibiana Aído, que propone instaurar «estudios de género» en todas las carreras universitarias para fomentar el feminismo nada menos que como asignatura troncal. ¿Dónde vas, tronca? Quienes por razones de edad tardamos ya tres horas en hacernos una paja creíamos haberlo visto todo, pero somos unos pardillos. Cuando la transición democrática las chorvis se nos apuntaban al eslogan de «votar a Fraga es como joder con braga», las más radicales, o «Felipe, capullo, queremos un hijo tuyo», eso las socialdemócratas. Los chorvos, mientras tanto, les seguíamos la corriente pintando por las paredes con mucho celo aquello otro de «la virginidad produce cáncer, vacúnate». Eran los clásicos tópicos de la época importados desde detrás del Telón de Acero, donde decían que el amor libre entre proletarios se hacía por decreto. Con los años descubrimos que quienes lo hacían en serio eran las americanas. Que se lo pregunten a los Kennedy.
Por seguir con un tema ameno que quita de pensar en la crisis los de la quinta de un servidor, unos en el paro y otros prejubiletas, rememoramos no sin nostalgia los tiempos de cuando lo verde empezaba en los Pirineos. El que no iba a Pau a ver «El último tango en París» -”qué desperdicio de mantequilla-” se acercaba en el dos caballos hasta los escaparates de Amstendan y los asturianos, como eran rubios, no paraban hasta Suecia.
Ahora, en cambio, gracias a Zapatero tenemos aborto a tope, nada de viajes a Londres con Lagun Air -”la que te perdiste Nacho Tejera-” píldora poscoital, póntelo pónselo, matrimonios gais, etcétera. El único problema con este Gobierno es que sube el IVA y baja lo de más abajo.
Se propone a Mariano Rajoy, solo o en compañía de otros, que las Cortes voten una ley contra la pornografía oficial y que la haga cumplir a rajatabla la Guardia Civil, todo. De Rubalcaba no hay que fiarse y de la vicepresidenta De la Vega menos. Va un euro, además, a que está menopaúsica en el Ejecutivo.
A los viejos que eyaculamos ya a las tres horas nos quedan todavía dos años para votar otra vez. No sé si podremos aguantar tanto. En el intermedio nos venden orgasmos económicos a tope sobre la crisis y la economía de España. «Es para que se nos ponga dura y volvamos a votar», dijo el otro día un cachondo en el hogar del pensionista, «como en el rigor mortis».
Y no hay forma de emascular al Gobierno.
Es cojonudo.