Duelo Garzón-Varela
A la última | C. sánchez-vicente
S Suena fatal pero se llama así: «interés directo en la causa». De esto acusa el juez Garzón al juez Varela. Como también suena fatal, pero también se llama así, la «prevaricación» que Varela imputa a Garzón en el caso de las fosas del franquismo. Como alega Garzón, me explican amigas juristas, que Varela haya indicado a la Falange y a Manos Limpias cómo tenían que subsanar los defectos que contenían sus escritos de acusación para que los pudiera admitir se llama «tener interés directo en la causa». ¿Aunque no la tenga? ¿Aunque seguramente tales indicaciones no impliquen ni de lejos la menor predisposición por su parte a ayudar a Falange y a Manos Limpias? Aun así; por lo mismo que la decisión de Garzón de instruir el caso de las fosas encaja como un guante en los supuestos de la prevaricación aunque eso no presuponga en absoluto que quisiera prevaricar.
Me explico (o lo intento, que el cursillo acelerado de Derecho que en este país nos toca hacer de vez en cuando a los periodistas no da para mucho). Por mal que le cayese Garzón a Varela, aunque le cayese peor imposible, que yo no lo sé, Varela es un juez del sector progre, un fundador de Jueces para la Democracia, no creo yo que se lo esté pasando precisamente pipa yendo de la mano de Falange y Manos Limpias en lo de las fosas. Instruir a las partes de un conflicto sobre cómo tiene que redactar los escritos no entra dentro de las atribuciones de un juez instructor, y en Derecho la forma es el fondo y para que se haga Justicia hay que respetar los procedimientos; simplemente. Tampoco creo yo que un vanidoso de libro como Garzón se arriesgue a sabiendas a salir de la judicatura por la puerta de atrás de la prevaricación; pero de eso es de lo que se le acusa, y de eso tendrá que responder. -˜Estrella-™ o no, la justicia no puede ir de intenciones sino de hechos. Y con Varela igual. Que un juez le diga a una de las partes de un caso qué tiene que poner y que quitar de un escrito de acusación para que se lo pueda admitir, «no se encuentra amparado -”como alega Garzón-” en ningún precepto de la normativa procesal vigente» y está más cerca de «la asesoría o el consejo jurídico» que de la imparcialidad del arbitro del encuentro. Este error de Varela podría salvar a Garzón. Varela podría perder el caso de las fosas por esto.