José Tomás deja el hospital y agradece el apoyo recibido
«No se puede sentir uno más mexicano y más agradecido. Gracias México», afirmó el diestro
El torero español José Tomás abandonó ayer el hospital Miguel Hidalgo de Aguascalientes (centro de México), después de que los médicos lo dieran de alta, dando las gracias a los médicos, a la afición mexicana y española que han estado pendientes de su salud y a la virgen de Guadalupe.
«Soy consciente de que hoy estoy aquí gracias a esas manos tan oportunas que en el ruedo taponaron mi herida, al equipo médico que me atendió (...), sin ellos no me hubiera podido agarrar a la vida con la fuerza que me agarré, por supuesto a la virgen de Guadalupe», dijo el diestro. José Tomás abandonó el hospital en silla de ruedas, acompañado de su médico personal Rogelio Pérez Cano, además de sus familiares cercanos, y algunos de los doctores que le atendieron como Alfredo Ruiz y Juan Carlos Ramírez.
«Hace unos días, aquí mismo en Aguascalientes, con motivo de un acto de la fundación que presido, decía: -˜Aquí en esta tierra me hice torero, aquí recibí mi primera cornada grave, desde entonces llevo sangre mexicana en mis venas, me siento mexicano de adopción-™», recordó el diestro.
Ese discurso, agregó «ha sido superado por los últimos acontecimientos», puesto que tras la cogida del toro «Navegante» el diestro mezcló su sangre con la tierra mexicana y después recibió sangre de mexicanos. «No se puede sentir uno más mexicano y más agradecido. Gracias México», agregó.
José Tomás agradeció a «los cientos de hidrocálidos» (como se conoce a la gente de Aguascalientes) que acudieron a donar su sangre para salvarle la vida. Señaló que a partir de esta experiencia hace un llamamiento a la gente para que done sangre, pues «es muy importante para la vida de las personas». También tuvo palabras de agradecimiento para los aficionados de España, México y de «todo el mundo» que han estado pendientes de su salud y que han rezado por su recuperación, así como para el personal del hospital que lo hizo sentir como en su casa.