Diario de León

Reportaje | j. v. muñoz-lacuna

Una monja de clausura en la Red

Un acto oficial del Día de Castilla-La Mancha obligará a la religiosa a abandonar por unas horas el convento para recoger un galardón por su divulgación de Internet

Sor María Jesús, en el interior del convento.

Sor María Jesús, en el interior del convento.

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«Sor Internet», como es conocida esta toledana de 53 años, recibirá hoy la Placa al Mérito Regional durante el acto oficial del Día de Castilla-La Mancha por trasladar las nuevas tecnologías a su convento y haber escaneado centenares de documentos y libros de la biblioteca del convento. Para recoger el premio deberá abandonar su clausura durante varias horas pues el acto se celebrará en Albacete.

Internet y la vida aislada de la clausura conventual parecen conceptos contrapuestos. Sin embargo, según sor Internet, la Red ha favorecido su vida apartada del complicado mundo que se abre más allá de los gruesos muros de su convento de Santo Domingo el Real, fundado en el siglo XIV. «Para lo que más utilizo Internet es para archivar documentos y para llevar la contabilidad de la comunidad sin tener que salir y eso para mí es una ventaja», explica esta religiosa que tomó los hábitos hace 34 años.

Curiosamente, antes de convertirse en monja, solía escuchar misa con sus amigos en este convento al que no le gustaba acudir «porque es muy frío y yo soy muy friolera». A través de un ordenador («lo uso yo pero puede utilizarlo cualquiera porque está en comunidad») también se conecta a Internet para consultar diccionarios, pedir cita con el médico o facilitar la comunicación de sus compañeras con sus familiares. «Aunque con Internet lo tienes todo a mano, no me paso el día navegando», se apresura a aclarar esta monja archivera que ha colgado numerosos documentos históricos del convento en la web de su orden, la de los dominicos: www.dominicos.org .

La idea de introducir un ordenador en este centenario convento y conectarlo a Internet partió en el año 2000 del banco con el que las monjas realizan sus gestiones. «Nos convencieron y nos regalaron un módem. Después fue todo poco a poco y un día un fraile dominico nos animó a colgar documentos en la web de esta orden». Sor María Jesús no teme a las fastidiosas averías informáticas «porque Manolo, el portero del convento, que es informático, nos ayuda cuando el cacharro se estropea».

La concesión de la Placa al Mérito Regional le obligará a ausentarse de su convento hoy y desplazarse hasta Albacete. A Nueva York y también a Londres le encantaría viajar a esta monja para visitar sus museos. Su inmediato viaje a Albacete para recoger este premio le ha causado «vergüenza pero también ilusión porque se reconoce el trabajo de toda la comunidad en el archivo».

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