Mueren cuatro trabajadores en la explosión de una pirotécnica sevillana
La Guardia Civil investiga las causas del siniestro en la empresa de Benacazón, que ha declarado tres días de luto, mientras una quinta persona está muy grave
Un «trueno» y una gran columna de humo blanco. Esto fue lo que alertó a los vecinos de Benacazón, un pequeño pueblo de Sevilla que a mediodía de ayer se sobresaltaba con la explosión de una fábrica de pirotecnia que ha causado la muerte a cuatro de sus trabajadores, de unos 45 años, y ha dejado en estado muy grave a una quinta persona. El Ayuntamiento ha convocado tres días de luto oficial, mientras la Guardia Civil investiga las causas del siniestro.
El suceso se produjo en torno a las 13 horas, cuando una fortísima explosión, que hizo temblar los cristales de las viviendas, se escuchó en todo el municipio y en algunas localidades limítrofes. Muchos pensaron rápidamente que algo había podido ocurrir en alguna de las dos pirotécnicas que se ubican en las afueras de la localidad, a apenas 150 metros una de otra y cerca de un colegio. Al llegar a la zona, se encontraron una escena «dantesca», según informaba un portavoz del Servicio Coordinado de Emergencias 112, Antonio Pachón.
La deflagración se produjo en uno de los módulos de la fábrica Virgen de las Nieves, y la onda expansiva hizo que las cinco personas -”entre ellas uno de los copropietarios-” que en ese momento se encontraban en su interior salieran despedidas. «Fui uno de los primeros en llegar tras escuchar la explosión, me asomé y vi a un hombre tirado junto a un coche cerca de la valla, que se encuentra a unos 30 metros», relataba un vecino, «pero rápidamente lo taparon con una manta y nos desalojaron por el riesgo de más explosiones».
Los bomberos desplazados hasta la zona trataron de apagar rápidamente el fuego para impedir que las llamas se extendieran al resto de instalaciones o incluso a la fábrica vecina. Pero poco después el edificio se venía abajo, por lo que hubo que buscar y rescatar algún cuerpo entre los escombros. «La zona ha quedado devastada», sintetizaba Pachón.
A última hora de la tarde, un grupo de especialistas en desactivación de explosivos (Tedax) permanecía todavía en las instalaciones para retirar el material que no había explosionado y dejar la zona libre al acceso para poder continuar las labores de investigación sobre las causas del suceso. Las primeras hipótesis, según fuentes de la Guardia Civil, barajan que se haya producido una incidencia al manipular la pólvora, especialmente peligrosa con las altas temperaturas registradas estos días en Sevilla.
Los cadáveres de los fallecidos, que han quedado muy afectados por el fuego, han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense para concluir las labores de identificación de los restos. Una quinta persona, que según ha confirmado la Junta de Andalucía estaba de visita en la factoría para «echar una mano» permanece ingresada en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla en estado crítico, ya que presenta quemaduras en el 98% de su cuerpo.
Familiares y vecinos de los fallecidos se acercaron hasta la entrada de la fábrica Virgen de las Nieves y a medida que se iba conociendo la identidad de las víctimas se intensificaban las escenas de tensión. Las víctimas tenían niños pequeños y eran vecinos o residentes en la localidad.