Reportaje | rafael herrero
Una vista de lince
La terapia visual permite mejorar hasta un 96% el rendimiento ocular
Sin elementos de corrección, como gafas y lentes de contacto, o con ellos, la terapia visual permite mejorar de media hasta un 96% el rendimiento de la vista y un 79% la agudeza visual en un periodo mínimo de tres meses, dependiendo de la disfunción del paciente.
Ésta es la principal conclusión que se desprende del estudio realizado entre casi cien pacientes por parte de Olga Esteban, óptico-optometrista y máster en entrenamiento visual. La investigación, amparada por el Instituto Federópticos, evidencia que tener una buena vista no es sinónimo de buen rendimiento.
Un profesional o un estudiante puede tener capacidad para ver objetos muy pequeños a todas las distancias y, sin embargo, tener problemas para ver de modo eficiente de cerca durante una exposición prolongada de tiempo. Acercarse demasiado a lo que se está leyendo o escribiendo, ladear la cabeza al escribir, seguir con el dedo la lectura, saltarse líneas y cansarse rápidamente, son algunos de los síntomas asociados a un deficiente rendimiento visual.
El entrenamiento visual puede aplicarse para mejorar las habilidades visuales de las personas que no usan elementos correctivos para ver o como un complemento a otros elementos de compensación, como gafas y lentes de contacto.
La terapia visual consiste en una amplia gama de ejercicios «que varían mucho en función del problema». El entrenamiento visual, aunque ofrece resultados positivos a corto plazo, no debe ser considerado como un sustitutivo de gafas o lentes de contacto, sino como un complemento.