Cerrar

Cosas de aquí | Patrimonio en obras

El «cruceiro» más alto del mundo

La cruz-campanil del santuario dela Virgen del Camino, «entablillada»

Colosal andamiaje espacial para que despeque la cruz remozada de La Virgen.

Publicado por
pedro trapiello | la virgen
León

Creado:

Actualizado:

Desde hace unos días, la singular cruz del santuario de la patrona leonesa amanece apresada por un andamiaje inédito y colosal. Parece Ca bo Cañaveral el asunto. Construída hace cincuenta años, anda esta cruz con alguna caries en su enconfrado de hormigón pidiendo revoco. Y ley. Es una cruz total. Es el cruceiro más alto del mundo y desde su cumbre se divisan 300 kilómetros del Camino de Santiago. Da vértigo a los concheiros su espigadísimo alarde y, dibujada con líneas de fuga, parece más alta de lo que es (algo menos que la catedral, 53 metros; no pudo alzarse más por estar junto al campo de aviación; la idea original era un obelisco con una cruz petada en lo alto).

Ahora le toca retoque, corsé metálico y tiene su algo el montaje, pues si hubiera sido idea de un artista genial y no del albañil, nos hubiera costado un cojón la performance (y como también parece una estación de lanzamientos espaciales, ya habrá alguna vieja anovenaria creyendo que así sus rezos llegarán antes al Cielo, ay juasús ).

El arquitecto del santuario, fray Curro Coello de Portugal, tuvo muy clara su idea después de que don Pablo Díez mandara al cuerno el proyecto que le ideó el arquitecto Torbado. Cuestionada y precipitada la salvajada de demoler el anterior templo, el arquitecto se alió con la rotunda sencillez frente al barroquismo, con la fe desnuda frente a la salmodia milagrera, con la cruz pobre de primer cristiano frente a la de plata repujada. Y así le salió esta: liso mástil con astil , faro de sombra larga.

Construirla dio problemas a fray Curro ; para que fraguara, hubo de hormigonarse de continuo, sin paros ni peros ni noches, mientras arreciaba la crítica al vanguardismo rabioso del nuevo santuario (la mitad de los leoneses lo ponían a parir; la otra mitad también, pero callaba; hoy infla el orgullo cazurrín de casi todos). No era el templo esperado, sorprendía su osadía o esos apóstoles esculpidos a mazazos en bronce rudo, su ausencia de columnas, la desnudez... pero Curro quiso ver su iglesia como una tumba, sepulcro total sin teatros mortuorios; después de todo, en su interior yace un Cristo muerto. Y sin torres. Sólo una cruz al margen de la iglesia, también altar de esplanada y romería. La fe de barro tardó tiempo en aceptarlo y quizá por eso reía el acertijo que propaló un canónigo catedralicio receloso de aquellos dominicos nuevos en la plaza, el porqué de tres campanas en esa cruz... porque la grande es para dar las horas a los hombres... la mediana dará las medias a las mujeres... y la pequeña, los cuartos a los frailes.

Cargando contenidos...