Cuenca y Albacete recuperan la calma tras las fuertes lluvias
Los vecinos de ambas provincias comienzan las tareas de achique de agua y limpieza de locales
Las provincias de Cuenca y Albacete recuperaron este fin de semana la normalidad después de la fuerte tromba de agua y la granizada que anegaron comarcas enteras en la tarde del viernes. El sábado soleado dio una tregua a los vecinos para que éstos pudieran comenzar a achicar agua y a limpiar el barro de los sótanos, viviendas, garajes, trasteros y locales comerciales inundados. Al mismo tiempo, los responsables municipales de las localidades afectadas empezaron a evaluar los daños en las calles y en el campo.
En la ciudad de Cuenca llegaron a registrarse 63 litros por metro cuadrado en una hora y se contabilizaron hasta 500 rayos, lo que provocó que esta capital entrara en situación de «alerta roja». Ello se explica porque una «célula tormentosa» se cernió sobre Cuenca en apenas una hora. Las lluvias torrenciales y el pedrisco afectaron a municipios de la provincia de Albacete como Villarrobledo, Tobarra y Ontur. En esta última localidad, el 90% del viñedo -2.500 hectáreas- se perdió.