Una mascletá hace volar la cabeza de un ángel en la catedral de Toledo
Diez kilos de pólvora arrancaron la testa de la figura, ante el estupor del deán del templo
Imagen de la cabeza del ángel decapitado por la mascletá.
Un ángel de granito que adornaba una de las puertas de la catedral de Toledo ha sido víctima inocente de la mascletá organizada el domingo por el ayuntamiento de la capital en honor de la Virgen del Sagrario.
El lugar elegido para tan sonoro acto -la plaza del consistorio- está flanqueado por tres monumentos históricos: la catedral, el palacio arzobispal y la casa consistorial. A pesar de esta circunstancia el gobierno autonómico (PSOE e IU) decidió seguir adelante con la idea.
El propio alcalde, Emiliano García-Page, del PSOE, fue quien accionó el mecanismo con tan fatal desenlace para el ángel, que había sobrevivido durante siglos a guerras e inclemencias del tiempo y que no soportó el estruendo pirotécnico más característico de las fallas valencianas.
La mascletá fue todo un éxito y, mientras los toledanos y turistas se felicitaban del espectáculo, el deán de la catedral se echaba las manos a la cabeza al alzar la vista sobre el conjunto escultórico de la puerta de los Reyes. Uno de los ángeles había sido decapitado por la onda expansiva provocada por diez kilos de pólvora y la cabeza se había precipitado al suelo desde una altura de cuatro metros. «Hay que buscar otro escenario, podría haber ocurrido una desgracia», declaró el deán.