Miguel Campanero. investigador del csic
«Un diagnóstico precoz del linfoma hace más fácil atacar al tumor»
Cada año se diagnostican en España seis mil nuevos casos de linfomas, una enfermedad de la sangre que afecta al sistema inmune y cuya incidencia al alza todavía no tiene explicación científica aunque se es
Miguel Campanero es investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (Csic) en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols y especialista en linfoma de Burkitt, uno de los veinte tipos indentificados en esta enfermedad cancerígena que afecta a los linfocitos de la sangre, las células que atesoran el sistema inmunológico.
-"Seis mil nuevos casos de linfomas al año, ¿es una cifra preocupante?
-"Aunque no es el tumor más frecuente, es bastante importante y sobre todo es preocupante el aumento de la incidencia en los países desarrollados y el hecho de que cada vez sean más agresivos.
-"¿Se saben las causas?
-"Se saben las causas que originan alguno de los linfomas. Hay que tener en cuenta que hay más de veinte tipos diferentes. Pero desconocemos por qué aumenta la incidencia; aunque se habla del ritmo de vida, la contaminación... no está claro. Se investiga en las causas de cada linfoma con objeto de desarrollar nuevas terapias porque todavía son muy agresivas, con efectos secundarios muy desagradables y, sobre todo, dañinos. Investigamos los genes alterados en cada tipo de linfoma para definir el mejor tipo de terapia y esperamos que en el futuro se pueda conseguir una terapia individualizada.
-"¿Por qué es complicado el diagnóstico?
-"Todos tienen su origen en el mismo tipo de células, los linfocitos, pero para llegar a saber qué clase de linfoma es primero hay que hacer una biopsia de la masa tumoral, tener la evidencia de que se trata de un tumor y distinguir luego qué clase de linfoma, algo que todavía es difícil a pesar de toda la tecnología desarrollada en los últimos años. Se ha avanzado mucho en los últimos años, pero aún no hay criterios claros. Esto es muy importante porque a cada tipo de linfoma corresponde una terapia. Por ejemplo, si a una persona con linforma difuso se le aplica la terapia del linfoma de Burkitt, más agresiva, se la va a producir un daño innecesario.
-"¿Deben contar los hospitales con personal y medios especializados en linfomas?
-"A nivel clínico, generalmente son tratados por los servicios de hematología que cada vez más cuentan con especialistas con formación en oncología (hematooncología). Hay colaboración y redes incluso entre diferentes comunidades autónomas.
-"¿Qué objetivos se propone su grupo de investigación?
-"Determinar las causas del linfoma de Burkitt, uno de los menos conocidos, y diseñar terapias a los genes alterados sin afectar a las células sanas. Los efectos secundarios del tratamiento afectan ahora a células normales del tracto digestivo, provocan la caída del pelo en pacientes, destruyen sus células sanguíneas provocando anemias severas que hacen a las personas sensibles a cualquier infección y hacen que una neumonía, por ejemplo, tenga un desenlace fatal. Hay que probarlas en modelos animales y después realizar ensayos clínicos. Todavía quedan años por delante.
-"¿Qué incidencia tiene el linfoma de Burkitt?
-"Depende de las regiones. En Europa occidental supone el 2% de los linfomas, pero entre la población de 1 a 19 años supone entre el 30% y el 50% de los casos de linfoma.
-"¿A quién debe su nombre?
-"A su descubridor, el cirujano Denis Burkitt. Lo definió por primera vez en 1958 en Uganda. Inicialmente pensaba que se trataba de cáncer de huesos, pues las personas afectadas se caracterizaban por caras distorsionadas hasta que descubrió que era un cáncer de células linfoides.
-"¿Por qué es importante la difusión de la enfermedad entre la población?
-"Dar a conocer la enfermedad es importante para la investigación. Las familias han de saberlo cuando se les pide consentimiento para utilizar muestras de un tumor en una investigación. Sabemos la angustia que tienen cuando pasan por este proceso, pero si tenemos acceso a este tipo de muestras no podemos avanzar en los tratamientos. Por otro lado, si las personas son conscientes de que un bulto puede ser algo más que un quiste seboso acudirá a los servicios sanitarios. Es más probable que se haga un diagnóstico precoz y habrá más facilidades de atacar el tumor. De hecho, en los últimos veinte años en donde más avances se han realizado ha sido en realizar diagnósticos más tempranos.