La crisis empuja a los médicos españoles a dejar Portugal
El mayor éxodo de facultativos hacia el país luso fue entre los años 1999 y 2000
Un médico español atiende a un paciente herido.
La crisis que vive Portugal y las medidas de austeridad aplicadas por su Gobierno han empeorado las condiciones laborales de los cientos de médicos españoles que trabajan en este país y muchos ya se plantean abandonarlo.
En la actualidad trabajan en Portugal cerca de 1.800 facultativos españoles, cuando hace un lustro eran casi 2.200, según datos de la Asociación de Profesionales de la Salud Españoles en Portugal (APSEP).
El presidente de este organismo, Xoán Gómez, declaró a que con la rebaja salarial de los funcionarios -”de hasta el 10% para los sueldos más altos-” incluida en las medidas de ahorro del Ejecutivo luso, un médico de la sanidad pública ganará en Portugal entre un 20 y un 25 por ciento menos que en España.
Emigrantes. «El boom de los médicos españoles fue entre 1999 y el 2002, porque en España decían que había excedente y no se convocaban oposiciones, y la gente optó por emigrar a Portugal, Italia o Reino Unido», explicó Gómez. El país vecino se presentaba entonces como una opción atractiva para los profesionales españoles y ofrecía «estabilidad y proyección de futuro».
«Muchos médicos -”agrega-” veníamos de unas condiciones precarias en España, con contratos de fines de semana o sólo por meses, mientras que en Portugal se podía entrar como funcionario», una «seguridad laboral» que compensaba que el salario fuera más bajo.
Hasta ahora, un médico en Portugal cobraba entre un 10 y un 15 por ciento menos que un facultativo con la misma categoría y años de antigüedad en España, lo que sumado al recorte salarial aprobada el mes pasado va a disparar la diferencia salarial.
En opinión del presidente de Apsep, en Portugal se produce ahora «el proceso inverso a España» y se ofrecen contratos precarios y empeoran las condiciones laborales también como consecuencia de la privatización de algunos hospitales, como el de Braga, en el norte del país.
Pese a reconocer que todavía es pronto para sacar conclusiones porque la reducción salarial es reciente, Gómez considera que las ventajas que ofrecía Portugal ya no existen y ahora «hay más presión sobre los médicos». «Está claro que nadie se va a ir sin tener nada mejor en el otro lado, pero para quien se lo estaba pensando supone un empujón», destacó.
Ante este panorama, en Portugal puede agravarse el problema de la falta de médicos, dado que cuenta con pocos profesionales en desempleo para sustituir bajas y en algunas zonas del país cercanas a la frontera los facultativos españoles son mayoría.