Violencia y bloqueos ante la llegada del tren radiactivo
La inminente llegada al depósito atómico de Gorleben (norte de Alemania) del convoy cargado de basura altamente radiactiva desató ayer los bloqueos de las vías y los enfrentamientos violentos entre policías y activistas antinucleares.
Los choques han dejado un número indeterminado de agentes y manifestantes heridos en las localidades de Dannenberg y Harligen, próximas a Gorleben, y al menos un vehículo policial calcinado, según varios medios locales. Los efectivos policiales emplearon cañones de agua, porras y gases lacrimógenos para contener a los activistas, que lanzaron a su vez piedras, bengalas y cócteles molotov.
Los antinucleares buscan a toda costa retrasar el transporte de los residuos, encadenándose a las vías, descolgándose de puentes o desenterrando los raíles, con el objetivo de denunciar los riesgos de la energía nuclear. Los organizadores estimaron que han congregado en Dannenberg a unos 50.000 manifestantes.