Hazlo

M íralo así: con la basura de un jeque vivirías tres meses, pero con lo que tú despilfarras comería un sudanés sus cuatro cuaresmas anuales... así que no te agüeve tanto la negritud de la crisis, aunque veas pintar sólo angelitos negros... píntame un blanco angelito, que también se van al Cielo todos los blancos negritos ... o píntate tú con siete años, angelote de moflete colorao y moquita en la proa... píntate en una mañana de nieve soleada como te viste tantas veces cuando, a instancias del médico y de la cartera flaca, te dejaron tus padres todo un año con los abuelos en el pueblo (sé que es de los Argüellos, seguro, pero nunca recuerdo el nombre, perdona)... era una vida de despensa justa, pero a ti te pareció divertida y regalada... sólo tuviste un mes de escuela y dos pastas de la abuela nunca faltaron al desayuno... en aquella casa no había cubo de basura, se tiraba poco o nada, casi todo tenía su provecho o algún fin antes de acabar en el fuego o en el muladar... mandaba el ahorrar gasto y evitar consumo, mandaba el «más vale hacer que comprar»... y ahí se aguzaba el ingenio... hacía sólo trece años que había terminado la Guerra Civil y aún repicaban sus escarmientos en los estómagos y en las pesadillas... pero en la quietud de aquellas montañas pastoronas no lo parecía tanto; y menos lo ibas a notar tú, que por andar malito del pecho, te ateclaban y se quitarían de la boca los abuelos lo que fuera con tal de que no se fugara de tu cara la inocente risa malvada que tenías entonces... se vivía con lo que había y se daban las gracias antes de encetar el pan o meter el morro en la sopa... en aquellos tiempos las crisis no venían como ahora, estaban ya empadronadas... y aunque con pasmosa lentitud, sólo cabía crecer... a peor no podía ir ya la cosa y eso alegra el paso aliviando fatigas, acarreos, fregandas, corrales, siegas, ordeños, crianzas (la risa del pobre el rico la envidia)... anda, ríete... y apaga la tele de los augurios... mira atrás, piensa... ingenia... recuerda lo que me contabas de tu abuela cuando en una feria le dijiste que querías una flauta... pues cómprala... no tengo dinero... pues hazla... y aprendiste a hacer chiflos con varas verdes de palero.

Pues ahora, lo mismo: Hazlo.