Diario de León
Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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The field of the battle , el campo de batalla... así se expresa la proclama de un movimiento social que asomó muy activamente en toda esta convulsión que sacude Internet con el gran lío de Wikileaks... y la libertad, la traición, el poder despelotado, bloqueos, censuras, ataques, secretos, persecución... el movimiento se llama Anonymous y su consigna final es una apelación a la conciencia cívica: protesta, informa, pregunta, lucha ... es un bando (como el de Móstoles de 1808) llamando a sublevación e independencia... los ciudadanos anónimos también tienen voz y quieren ser multitud... se nubla la Red con posts, blogs, gritos y pedradas, pero esta vez se dan pasos temerarios y parace planteada la que llaman ya infowar , guerra informática, un ensayo general de la Primera Guerra Mundial Cibernética que está ya esbozada en toda regla: gobiernos y emporios mercantiles invaden y ocupan la nación de la libertad de información segando de cuajo a Wikileaks, encarcelan a su fundador por un quítame allá esas bragas, los militares piden paredón para el soldado cotilla, los hackers sabotean lugares de los enemigos de Wikileaks, los crackers contraatacan con infecciones víricas, los ciberactivistas meten caña, los ciberagitadores parecen somalíes con un fueraborda y los francotiradores por libre, faltaría más, también se apuntan al fregado... ¡más madera, es la guerra!...

Dicen que la primera víctima de toda guerra es la verdad, pero en esta lo fue el secreto... ¿ya no hay secretos?... dicen que los secretos son necesarios porque la verdad pura no se soporta y acabaríamos todos locos o muertos... y cuando dicen que la verdad nos hará libres, ¿libres de quién o de qué?...

Lo irónico es el nombre elegido para los sublevados, Anonymous . ¿Anónimos? No hay nadie en la Red que no esté identificado, enfocado y pesquisado. Menos lobos. Los satélites mataron el anonimato y ni el cabrero Colás bajo un tejo de tupida copa está a salvo de láseres, escaneos o infrarrojos. Pero la guerrilla cibernética sólo inquieta, no vence. A ver: Internet es una red de autopistas; las autopistas tienen dueños; y por si no estuviera claro, aquí está Wikileaks arrumbado en la cuneta (y por China, ni preguntes).

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