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Gente de aquí | Conflicto minero

Sor Gelines de los mineros

Una monja leonesa se convierte en emblema de la lucha de las cuencas; no se pierde ninguna movilización, sean encierros o manifestaciones

Ángeles Vera, la monja que se ha lanzado en apoyo a los mineros, anoche, ante el edificio de Trabajo

Publicado por
m. c. cachafeiro | leon
León

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Ángeles Vera, sor Gelines, se ha hecho popular en los últimos tiempos después de toda una vida de misionera. Todos ya la conocen como la 'monja de los mineros' por su compromiso con un sector que en León lo está pasando muy mal.

Sor Gelines no se pierde una movilización. Siempre en primera línea. El pasado martes todavía se la pudo ver sujetando una de las pancartas de la manifestación que reunió a más de 2.000 personas de las cuencas mineras. «Lo hago con sumo gusto, porque se está produciendo una injusticia muy grande con las comarcas mineras por parte de las eléctricas y también por Galicia. Por eso yo quiero compartir el pan con los mineros», explica.

Este último conflicto lo ha vivido más de cerca porque desde hace unos años está destinada en León, en el centro que su congregación tiene en la calle Suero de Quiñones de la capital leonesa. «He podido ir a los encierros, y también hice con ellos la última etapa de la Marcha Negra desde La Virgen del Camino», recuerda. Sin embargo, su compromiso con los mineros viene de mucho más atrás. Nacida en Palacios del Sil, sus padres tuvieron un bar que era frecuentado por los trabajadores de las minas de Laciana. «Allí conocí lo duro que era el trabajo de aquellos hombres. ¡Cómo no voy a defenderles ahora!» dice sor Gelines entre triste por la situación del sector y orgullosa por ser de una cuenca minera.

«Mi abuelo -añade- tuvo también mucho que ver con la minería. Era sobrestante y fue la persona que trajo a Laciana la 'Maquinona', que sirvió durante tantos años en la línea de Ponferrada a Villablino. Era navarro y la trajo desde el valle de Leizarán. La llamaban la 31 porque paraba en los 31 pueblos de ese valle navarro».

De la reunión de esta tarde en Madrid no espera mucho. «Ojalá se acabe todo pata bien. Yo les lleno de oraciones y buenos deseos. Pero si hay que seguir luchando, allí estaré, en primer línea», advierte.

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