Gatillazo

Con todo el respeto, querido presidente y berciano consorte, ese oso tuyo ( Furaco le pusísteis) ye la risión del principau enteru. En cuestión de empreñar, que es a lo que iba, resultó ser más inútil que la carabina de Ambrosio colgada de un perchero. Le llevásteis de Cabárceno al parque asturiano. Le esperaban dos osas pequeñinas y galanas, como la patrona, elegidas al efecto en la certeza de que con meneo de himeneo quedarían palante... y gatillazo el primer año, gatillazo el segundo y gatillazo reiterado ahora. Los expertos se resignan: es imposible ya que el tu oso quile por derecho a esas dos osas rapacinas, con furia y con fruto, a Tola y a Paca, que no han dejado de cagarse, por cierto, en el tarugo que les impuso esos nombres tolilis de pescadera y arrabalera.

Pues nada, no hay modo. Cierto que hubo monta o algo así, que Furaco arrimó el material a la causa, pero ese pito no pitó. Y mira tú que ya en el propio nombre le imbuisteis el objetivo claro de su misión, pues furacu ye agujeru y eso es como si te pusieran un coño entre las cejas. Ni por esas.

Creo que habéis decidido que, a pesar de lo inútil de esa escopeta, se quede Furaco en el parque asturiano, pues en Cabárceno tenéis ya más de sesenta osos y hay colapso. Mal hecho. Te advertí que este era el plan secreto de tu oso cabroncete, vago y jeta: aplazar el éxito de la misión para seguir viviendo del erario un año y otro. Y a los tres de servicio continuado, se hace como en los untamientos , se convoca concurso restringido y ¡funcionario para toda la vida! Conclusión: ya tienes a otro pichafloja empotrado en el momio.

También es creíble que sean ellas las de la danza estéril. Vale ya de cargarlo todo al macho. ¿No es probable que las hermanas Paca y Tola estén encantadas de esa vidorra y también busquen aplazar la cosa para hacerse funcionarias? Eso fue: inhibieron su ovulación, cosa habitual entre osas. Además, ellas pueden hablar y tramar, pero Furaco no tiene siquiera con quién comentar el polvete, está en minoría, solo y triste. En cualquier caso, querido Revilla, el oso tuyo nos salió pasmau. Prueba a mandarles un pichalista de los montes ancareses de tu familia política. En los últimos años duplicaron la colonia.