Con las manos en el collar

La actriz Lindsay Lohan se declaró no culpable de un delito grave por el supuesto robo de un collar en una joyería de Venice (California), cuyo valor asciende a 2.500 dólares. Lohan quedó en libertad bajo fianza de 20.000 dólares y debe regresar a la corte el próximo día 23.

La actriz acudió a la corte judicial de Los Ángeles (California) ante la masiva presencia de fotógrafos y medios de comunicación y testificó ante el juez Keith Schwartz. «Estás en una situación diferente ahora que se te ha imputado un delito grave», le dijo Schwartz. «Si violas la ley, te mandaré a prisión preventiva sin disponibilidad de fianza y tu abogada no tendrá tanta suerte esta vez. Necesitas seguir las leyes como todo el mundo. No eres diferente a nadie, así que no tientes a la suerte», añadió.

La abogada de la actriz, Shawn Chapman, dijo que Lohan ha cumplido con los términos de su libertad condicional y que su comportamiento viene siendo intachable. «Si fuera así no estaría aquí con un nuevo caso», argumentó la acusación.

Chapman emitió el martes un comunicado en el que negaba «vehementemente» las acusaciones.

La actriz, en libertad condicional por una causa que se inició en 2007 cuando fue detenida por conducir ebria y que se complicó posteriormente cuando incumplió en reiteradas ocasiones las órdenes judiciales, supuestamente sustrajo el collar el pasado 22 de enero.

El propietario de la tienda informó del robo al departamento de policía de Los Ángeles, cuya investigación descubrió evidencias de la vinculación de Lohan en el caso.

La joven, que asegura que le prestaron el collar y que a su estilista se le olvidó devolverlo, podría afrontar hasta tres años en una cárcel estatal si es declarada culpable.

Según el portal Radar Online existe un vídeo, grabado en el interior del establecimiento, en el que se ve a Lohan luciendo el collar dentro de la tienda.

Una persona del entorno de la actriz supuestamente devolvió el collar a las autoridades el miércoles de la semana pasada, antes de que los investigadores obtuvieran una orden de registro para entrar en su residencia de Venice.