España es considerada un paraíso para las descargas ilegales de contenidos
Dos de cada tres internautas se baja música y películas, según los creadores
Vivimos en un país de pícaros. Siempre se ha dicho. Pillo, sagaz, astuto, bribón o directamente truhán. Así son los nuevos piratas de nuestra era. Antes conseguían tesoros y ron tras el abordaje a los barcos. Ahora el botín es el dinero y el asalto se hace en la Red, aunque los verdaderos bucaneros, los que se enriquecen, son los menos. Los creadores se sienten totalmente atacados y piden seguridad ante quienes se lucran de la creación de otros. Esta laguna legal la va a intentar solventar la llamada Ley Sinde que, pese a su importancia para todos (autores, fabricantes, usuarios y el propio Estado) se tramitó en el Parlamento dentro del cajón de sastre de la Ley de Economía Sostenible, lo que dificultó el debate e incluso provocó que fuera rechazada en primera instancia hasta su aprobación definitiva el martes pasado.
Según la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el éxito de la nueva norma (cuyas primeras denuncias podrían verse este verano, tras el desarrollo reglamentario pertinente) se medirá en función «de la oferta legal que vaya surgiendo» y no del número de páginas web que sean bloqueadas. En el 2010, la piratería alcanzó la mayor cifra de su corta historia en España. El valor total de los contenidos pirateados llegó a los 5.212 millones de euros sólo en el primer semestre, casi cuatro veces más que el negocio legal generado en ese período (1.560 millones).
Son datos del Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales, que nos revelan que el sector más perjudicado es la música, con un 97% de descargas ilegales, seguido del cine (77%). En resumen, más del 77% del mercado de contenidos -música, cine, videojuegos o libros- es ilegal. Todos los sectores se ven muy afectados, incluso un libro (al que ya le comen un 35%). También se han disparado en ese tiempo las descargas ilegales de videojuegos, superando el 60%.
1397124194 Pérdidas. Según el informe Construyendo la economía digital: la importancia del empleo en las industrias de la Unión Europea , España habrá perdido hacia el 2015 más de 86.000 empleos, a una media de 10.600 puestos anuales, y gran parte de la culpa la tiene la piratería. También Hacienda lo notará: en el 2010 dejó de percibir más de 1.500 millones de euros por IVA e impuesto de sociedades a causa de los bucaneros. Las cifras del informe presentado por la Federación Internacional de la Industria Discográfica (Ifpi) sobre el negocio digital en la música el año pasado son reveladoras. El 45% de los internautas españoles usan frecuentemente páginas de descargas o el sistema P2P para bajar música sin pagar. Doblamos la media europea, que se sitúa en el 23%. El mercado legal, mientras, cae en picado: las ventas discográficas bajaron un 21% en el 2010.
Los rankings desarrollados por Ifpi nos dan idea de a qué punto ha llegado la piratería en España, vista por países como Estados Unidos como un «paraíso» para los bucaneros -”pese a que el 95% de las descargas... en todo el mundo siguen siendo ilegales-” y causante de que la cuota de mercado de los propios artistas españoles esté por debajo del 40%. Ninguno vende ya más de un millón de discos en toda Europa. Frente a los rankings de descargas ilegales, también encontramos un atisbo de luz:_los top de compras legales. Tik Tok , de Kesha y Bad Romance , de Lady Gaga, fueron las dos canciones más descargadas a través de catálogos online de pago, que en el 2010 llegaron a los 13 millones de títulos
