Una niña se cura de un cáncer gracias a su cordón umbilical
Los padres decidieron conservar sus células madre al nacer
Alba Ramírez es la primera persona que se somete a un autotrasplante de células madre procedentes de su propio cordón umbilical. La operación se realizó el 12 de julio del 2009 en el hospital Niño Jesús de Madrid, pero ha sido ahora cuando ha trascendido la noticia. La niña gaditana, nacida en San Fernando, sufría un tumor cerebral, en concreto un meduloblastoma de grado 4, que le fue extirpado en una operación quirúrgica, aunque no en su integridad. La quimioterapia para limpiar de células tumorales el cerebro fue tan invasiva que destruyó el sistema sanguíneo de la paciente.
Gracias a que le infundieron células madre del cordón umbilical, la niña ha experimentado una ostensible mejoría que hace albergar a sus padres ilusiones sobre la definitiva recuperación de su hija. Aunque la pequeña nació con buena salud el 9 de febrero del 2007, sus padres decidieron congelar su cordón umbilical en una entidad privada para conservar de este modo sus células madre. Su decisión fue providencial, ya que a los 22 meses de vida Alba comenzó a sufrir un tumor del que fue operada y que presentaba un mal pronóstico. Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología del hospital, explicó al El País que el mal de la pequeña tenía una peculiaridad.
Al tratarse de un tumor sólido, era susceptible de tratarse con un autotrasplante. Si se hubiera tratado de una leucemia, tal opción terapéutica habría sido más problemática, dado que este tipo de cáncer suele tener un origen genético, de modo que el tumor ya estaría en la sangre del cordón umbilical.
Teresa Molina, madre de la niña, aduce que desde el mismo momento que apostaron por congelar el cordón umbilical, suscribieron sin saberlo un «seguro de vida» para ella. Teresa habla con cautela, dado que aún no han transcurrido los cinco años desde la aplicación del autotrasplante, plazo a partir del cual los oncólogos empiezan a hablar con propiedad de curación.