Dopamina al bies

Resulta que el bingo tiene propiedades terapéuticas si se juega en un hospital. El juego ayuda a resolver males o quejumbres como una pastilla más. Es una conclusión científica de la Asociación Médica de Inglaterra : «el bingo evita la depresión, la ansiedad y puede reducir la estancia hospitalaria» (coñó, la obsesión de todos los ministerios de Sanidad de aquí a Manila). Parecida mejoría traen otros juegos, damas, scrabble, parchís, hundir barcos (y el tute cabrón, supongo), aunque ninguno como el bingo, dice la directora del revelador informe, ¡el bingo!, quintaesencia de la narcosis de toda lotería, exultante emoción o decepción que hace segregar en las entrañas dopamina por un tubo y dopamina al bies... dopamina gratis que reduce también la medicación, la otra gran fijación del ministerio... y sólo con repartir unos cartones por las habitaciones, ¡manda carallo!

El informe recomienda también fomentar actividades de pasatiempo en los hospitales para aliviar la tensión del interno, elevar el estado de ánimo o establecer relación social, pues también se acelera la recuperación con la proyección de películas de risa (alivian estrés, ansiedad y dolor)... o escuchando música (reduce el ritmo cardiaco y respiratorio)... o con artes visuales (de efecto muy positivo en pacientes de infarto o con quimio, mejoran su habilidad motora y de coordinación)... o con teatro (inestimable terapia para que los enfermos mentales entiendan su mundo)... o con baile (mejora el descanso, la mente y reduce el número de caídas en enfermos torpes)...

Todo lo que un hospital proporcione en este sentido (junto a edificios luminosos, decoración vitalista y espíritu jovial en el trato sanitario) se vería reflejado automáticamente en la salud de los pacientes y ¡en el presupuesto!, concluye este informe.

Espera Sócrates Valdueza que le hagan caso; sería de cretinos no hacerlo. Y añade que si hubiera por aquí algún hospital con pelis de risa, bingo, teatro, bailongo, música ambiental y tute cabrón, ahora mismo se lesionaba y que le ingresen... para quedarse, claro, que es lo que precisamente quiere evitar el ministerio... ¡y si además dieran tabaco y dejaran fumar en la ventana!...