Japón confirma una fusión parcial de las barras de los reactores 1 y 3 de Fukushima

La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón ha confirmado este martes que las barras de combustible de los reactores uno y tres de la central nuclear de Fukushima se han fundido parcialmente y ha adelantado que las barras del reactor dos pueden estar dañadas. Se trata de la primera confirmación oficial que se produce sobre los daños ocasionados por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo en los reactores uno y tres, aunque las autoridades niponas ya advirtieron un día después de la tragedia de que las barras del uno podrían estar dañadas tras detectar cesio radiactivo.

Pese a lo alarmante de la noticia, que confirma que la situación en la central nuclear se encuentra lejos de estar estabilizada, el portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, ha descartado que vaya a producirse una fusión total del núcleo de los seis reactores en la medida que continúen las tareas de refrigeración. « En comparación con la situación anterior, puedo hablar de estabilización o, al menos, de que hemos conseguido enfriarlos hasta cierto punto. Si podemos continuar con la refrigeración, eso (la fusión total) es improbable », ha señalado Edano.

El lunes, dos robots estadounidenses dirigidos por control remoto ya registraron altos niveles de radiactividad en los reactores 1 y 3 con lo que se prohibió el acceso de los trabajadores a los edificios que albergan estas unidades. En las instalaciones del reactor número 3 no ha entrado ningún trabajador desde la explosión de hidrógeno del mes pasado.

Emisión sospechosa

En el reactor dos, la agencia ha detectado tecnecio-99, un elemento que solo se libera con la fusión de las barras de combustible, por lo que sospecha que estas también han resultado afectadas, aunque de momento se desconoce el alcance de estos daños. Además, las mediciones realizadas en las piscinas, donde se acumulan 615 barras de combustible gastadas que han comenzado a filtrar agua contaminada al exterior, revelan niveles elevados de yodo y cesio radiactivo, con 4.100 y hasta 160.000 becquerelios, respectivamente.

Por su parte, Junichi Matsumoto, uno de los funcionarios de la empresa Tepco, encargada de la gestión de la central, ha admitido que los índices de cesio son excesivamente altos, sobre todo comparados con los detectados en la vasija de contención, lo que apunta a que las barras están dañadas. En cuanto al yodo, la agencia no cree que proceda de la fusión de estos materiales porque la vida media de este elemento es bastante corta, así que debería haber sido advertido en los días siguientes a la catástrofe.

Agua contaminada

Tepco ha empezado este martes el agua altamente radiactiva del reactor número dos a un centro de tratamiento de residuos nucleares, según ha informado la cadena estatal NHK. En total, prevé trasladar 10.000 toneladas del agua contaminada que se acumula en la base del reactor dos, en un proceso que espera concluir en los próximos 26 días.

La Agencia de Seguridad Nuclear ya ha dado el visto bueno al procedimiento a seguir, que contempla la utilización de una bomba que moverá el agua a través de una manguera de drenaje hasta dicho centro. Estas instalaciones de tratamiento de residuos han sido revisadas, para evitar que una vez allí el líquido contaminado se derrame por la existencia de posibles grietas en las paredes, por lo que estas han sido reforzadas.