Bután, Bután...

Haz, si quieres, la broma de llamar butaneros a los de Bután, pero ese país que yo desconocía se ha apoderado de mi curiosidad. Te dije que de lejos, en la tele, podría ser una Arcadia feliz. Hay mil fotos en internet, míralas, fascinante sitio... montañas brutales de glaciar perpetuo, barrancas abismales, ríos tremendos, gentes muy peculiares, ropas muy suyas, puro bosque y lagos puros, casitas y cenobios de mucho cuento, arrozales ajardinados, calma activa... imponente lugar... le tiene muy impresionado al padre de Sócrates, que quiso saber más... su hijo me pidió notas porque él pasa de internés , paripés y de llamar petit palais a la Azucarera ( petipalé , ya ves)... así que fisgué en el torrente informativo de la Red y aquí le endoso un petit repàs del curioso lugar.

Bután; antiguo reino del Himalaya entre India y China, rigieron reyes y lamas, hoy su joven monarca actualiza arcaísmos... manda el budismo y algo el hinduísmo en la vida diaria y oficial... la minoría nepalí o india se cabrea y pide parlamento... la mitad de la población es analfabeta (las mujeres, más, aunque se hagan planes de dignificación femenina)... no hay partidos ni sindicatos... tienen agricultura y algo de ganadería, artesanía y muy poca industria... y aunque con cierta justeza o pobreza, viven conformados sin necesidades artificales, gestionan sus bosques y miman su inmenso patrimonio natural, uno de los más puros del planeta y apenas contaminado con el turismo abusivo de toda esa cordillera... invierten lo gordo en sanidad y en cultura (apabulla su patrimonio etnográfico y tradicional)... y lo grande: como nación pretende valorarse por su «felicidad interior bruta» y no por su «producto interior bruto».

Pero sorprende que, siendo un paraíso natural tan celosamente protegido, tengan muy claro que los pantanos no son un atentado ecológico; al contrario, tienen muchos; toda esta energía limpia la venden, es su mina e independencia; sus últimos embalses producirán como quince centrales nucleares. Lo raro es que la mitad de los butaneses no tiene luz eléctrica; unos, por vivir en andurriales perdidos, pero otros ¡¡no la quieren!!... y eso sí que merece un estudio o algún asombro.